Tras una exitosa inauguración privada que reunió a benefactores, artistas y la familia Vergara, el Museo JOVEM (Jorge Vergara Museo) abrió oficialmente sus puertas al público general. Ubicado dentro del Estadio Akron, este innovador recinto se posiciona como un nuevo polo cultural en la ciudad y el primer museo de arte contemporáneo dentro de un estadio de futbol en el mundo.
JOVEM no es un espacio tradicional; es un laboratorio de imaginación y futuro que entrelaza la memoria de Jorge Vergara, fundador de Omnilife y las Chivas, con experiencias inmersivas y arte de vanguardia.
Un legado que rompe barreras
El espíritu que guía al museo es el del propio Jorge Vergara, un empresario tapatío reconocido por su visión disruptiva y su enfoque en la innovación, la juventud y el talento mexicano. Lejos de ser un mausoleo estático, la visión de JOVEM es mantener viva su energía a través del arte como una fuerza de transformación colectiva. Como lo expresó Amaury Vergara, este espacio busca expandir el legado de su padre a través de un proyecto vivo, accesible e inspirador.
El recinto, diseñado por el arquitecto Daniel Pouzet, fue concebido como una “gruta” interior, utilizando materiales como madera, piedra y chukum para generar una atmósfera orgánica y minimalista que no compita con la obra, sino que la potencie.
La experiencia inaugural: “Memoria Viva”
El público ya puede recorrer la exhibición inaugural, titulada “Memoria Viva: Luz y sueños que transforman”.
Inspirada en la filosofía de cambio y crecimiento de Jorge Vergara, la muestra invita a los visitantes a “habitar el espacio” y no solo a observarlo. La exposición es una inmersión total compuesta por:
- Instalaciones Lumínicas: Obras que utilizan la luz como símbolo de transformación.
- Piezas Interactivas: Experiencias audiovisuales y tecnológicas que reaccionan al movimiento y al sonido.
- Entornos Digitales: El uso de realidades aumentadas, mapeo digital e inteligencia artificial asegura una experiencia que conecta la innovación con la emoción.
JOVEM apuesta por un diálogo constante con la comunidad. Más allá de las salas de exposición, el museo integra una cafetería (Birote, con menú de Pa’l Real), espacios de trabajo, talleres y ciclos de cine, consolidándose como un nodo de encuentro, crítica y creatividad en Guadalajara.








