El Conjunto Santander se transformó este fin de semana en el epicentro de la sanación femenina en México. Con el encuentro “Ser Mujer: Un Viaje Extraordinario”, organizado por ENÚ, 694 mujeres se regalaron dos días de profunda inmersión, regresando a sí mismas para recordar su poder interior y reconectar con su voz. Este evento no fue solo una pausa; fue una poderosa declaración de amor propio y fuerza colectiva en la perla tapatía.
Un encuentro que trasciende la desconexión
El ambiente estuvo cargado de una energía única, donde la vulnerabilidad se encontró con la fuerza. Las asistentes decidieron hacer un alto en sus vidas para escucharse y abrazarse, permitiendo que sus historias personales se abrieran paso.
El programa incluyó más de 30 experiencias diseñadas para tocar lo más profundo del ser:
- Conferencias y charlas transformadoras.
- Rituales y meditaciones guiadas.
- Arte en vivo y momentos de expresión.
Aislinn Derbez, Nilda Chiaraviglio, Nathaly Marcus y Shulamit Graber encabezaron momentos clave que llevaron a las participantes a llorar con alivio, reír con libertad y soltar con valentía. La honestidad emocional se convirtió en la protagonista indiscutible de este viaje.
“Regresar a Casa”
Ivonne Díaz de Sandi, fundadora de ENÚ, compartió la esencia del movimiento: “No es solo desconectar; es regresar a casa”.
“El cuerpo recupera claridad cuando le damos permiso de detenerse, sentir y escucharse sin prisa.” — Ivonne Díaz de Sandi.
Para muchas de las mujeres presentes, este fin de semana se sintió como un verdadero antes y después: un descanso profundo tras meses de agotamiento, un abrazo sincero entre desconocidas que se sintieron familia, y la certeza de que la luz interior sigue intacta.
El Impacto va más Allá del escenario
El movimiento “Ser Mujer: Un Viaje Extraordinario” demostró que la transformación personal tiene un efecto multiplicador en la comunidad.
- Alcance Solidario: Se llevó a cabo una transmisión especial para mujeres privadas de libertad.
- Donación: Se realizó una importante donación para mujeres en situación vulnerable, reafirmando el espíritu del evento: cuando una mujer se transforma, transforma también a su comunidad.
El encuentro cerró con un mensaje potente y simple: “No venimos a aprender, venimos a recordarnos.”
El éxito de la convocatoria en Guadalajara marca el inicio de una expansión internacional. El movimiento continuará llevando este mensaje de empoderamiento a otros países, con planes confirmados para República Dominicana y Guatemala.
