Entre la aceleración de procesos, la digitalización y la presión por los resultados, las empresas actuales comparten un reto en común, el de mantener sus altos niveles de productividad, pero sin comprometer el bienestar de sus colaboradores.
Ante ello, prácticas como el mindfulness —conocido como atención plena— han cobrado fuerza como una práctica clave en los negocios.
Y es que, de acuerdo con el informe Gallup State of the Global Workplace, publicado en 2023, las empresas que integran el mindfulness y la meditación logran incrementar entre 20 y 30% su productividad. Y, a la par, reducen el ausentismo y generan mayor compromiso emocional en los equipos.
A nivel inmediato, esta práctica favorece la claridad mental, la toma de decisiones y la comunicación consciente. A mediano plazo, fortalece el liderazgo empático, fomenta el trabajo colaborativo y mejora la capacidad de respuesta ante escenarios de incertidumbre.
Sin embargo, es necesario aclarar que el mindfulness empresarial no se limita a ser una técnica de relajación, sino que se trata de una competencia organizacional que desarrolla presencia, equilibrio emocional y autogestión, aspectos que impactan directamente en la cultura corporativa y en la sostenibilidad de los resultados.
Entendiendo el mindfulness y sus aplicaciones
El mindfulness tiene más de 2 mil 500 años de historia y proviene de prácticas meditativas vinculadas al budismo.
Su esencia consiste en prestar atención intencional al momento presente, sin juzgarlo, como lo definió Jon Kabat-Zinn, impulsor de su aplicación en Occidente y referente en su adaptación a la neurociencia moderna.
Su práctica implica “encender la luz interna” para observar con claridad lo que ocurre dentro y fuera de uno mismo. Puede ejercerse de forma tradicional, mediante la meditación sentada, o integrarse en actividades cotidianas como caminar, comer o trabajar.
En el ámbito corporativo, el mindfulness se traduce en atención plena en las tareas y relaciones laborales, lo que permite optimizar recursos de energía, reducir la dispersión y fortalecer la resiliencia.
Aplicado en equipos, genera un entorno donde la innovación, la comunicación y la colaboración encuentran condiciones óptimas para desarrollarse.
¿Y a mí cómo me beneficia?
De acuerdo con organizaciones especializadas, como Neopraxis y Mina, así como empresas de la talla de BBVA, la adopción del mindfulness en empresas de distintos sectores ha evidenciado beneficios tanto para los colaboradores como para las organizaciones.
Y se ha vuelto un recurso estratégico en la gestión actual, creando entornos más conscientes y resilientes.
Entre las ventajas más relevantes se encuentran:
- Aumento de la productividad, generando mayor concentración y enfoque en las tareas.
- Bienestar emocional, con una mejor gestión de los estados emocionales y reducción del estrés.
- Mejora en la comunicación, permitiendo el desarrollo de la escucha activa y relaciones más empáticas.
- Innovación y creatividad, derivando en un clima laboral más favorable para la generación de ideas.
- Retención de talento, creando entornos conscientes que valoran el equilibrio entre la vida personal y la profesional.
Entendiendo este escenario, no son pocas las empresas que han implementado programas estructurados de mindfulness.
¿Quiénes aplican el mindfulness en sus empresas?
Una de ellas es Google, con su programa Search Inside Yourself, que combina la atención plena con habilidades emocionales y sociales.
General Mills es otro ejemplo, pues incorporó prácticas de meditación y respiración consciente en su cultura corporativa.
Aetna, con su iniciativa Mindfulness at Aetna, reportó una reducción significativa del estrés laboral y disminución en costos médicos.
En tanto, Intel, mediante el programa Awake@Intel, fomenta espacios de meditación y capacitación en atención plena.
Finalmente, otro ejemplo es BBVA, donde la práctica comenzó de manera informal en 2015 y hoy forma parte de la cultura organizacional global, con más de 2 mil 200 empleados inscritos en cursos y comunidades de práctica.
Asimismo, en Europa, empresas como Endesa, Repsol, Heineken y L’Oréal también han incorporado el mindfulness en sus programas de bienestar, mientras que, en América Latina, organizaciones como WeWork Cono Sur lo integran como una herramienta estratégica para mejorar el rendimiento y la salud de los equipos.
Cinco técnicas clave del mindfulness empresarial
Tras su práctica y casos de éxito, los especialistas coinciden en que la plenitud del mindfulness en el trabajo no depende de transformaciones radicales, sino de la constancia en pequeñas prácticas que se integren a la rutina laboral.
Ante ello, coinciden en cinco técnicas recomendadas para implementarlo en las empresas.
Pausas conscientes guiadas
Prácticas breves de respiración, atención plena o escaneo corporal, con duración de cinco a 10 minutos, que pueden incorporarse al inicio de la jornada o entre tareas.
Talleres para ejecutivos y equipos
Programas de capacitación que introducen fundamentos prácticos y su aplicación en contextos de alta demanda.
Círculos de atención plena
Espacios colectivos que combinan meditación guiada, reflexión y diálogo consciente, fomentando la cohesión de equipos.
Prácticas de gestión emocional
Estrategias orientadas a mejorar la comunicación y la capacidad de respuesta en entornos complejos o de alta presión.
Sesiones grupales y jornadas de bienestar
Encuentros quincenales, mensuales o trimestrales que permiten pausar, reflexionar y alinear energías colectivas.
Estas técnicas, según Enrique Huamán Arispe, consultor en desarrollo organizacional, deben desarrollarse con un enfoque práctico y accesible, siempre adaptado a las dinámicas laborales y con la finalidad de establecer hábitos sostenibles en el tiempo.
