Jonatan Gómez Luna: Mentor fuera de lo ordinario

Distinguido por su influencia gastronómica en los PLAYERS Restaurant Awards 2025, este chef es un icono de la cocina mexicana, a la que resguarda y de la que busca su progreso constante, al tiempo de defender legados, historias y cultura.

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El primer recuerdo de Jonatan Gómez Luna no es una cocina con estrella Michelin, sino una mesa familiar. Su historia no inicia con la alta cocina, en realidad lo hizo en la casa de sus abuelos. Como él mismo ha compartido, “el comienzo para convertirse en un gran chef es amar la comida y ser un verdadero amante de la gastronomía”.

Para él, comer no era una rutina, era una celebración diaria, un ritual que lo marcó para siempre. “Extraño esos aromas y sabores, pero me enseñaron mucho de lo que sé hoy. Así que sí, todo tiene un comienzo. El mío empezó así”, ha confesado. Esta conexión profunda con la cocina casera se convirtió en el motor de toda su filosofía.

La curiosidad de Jonatan lo llevó por un camino de rigor y aprendizaje. Su formación académica en el Centro Culinario Ambrosía fue solo la primera parada en un viaje por las cocinas más exigentes del mundo. “Extrañaba la presión, el ambiente, el servicio, la disciplina”, ha dicho sobre su búsqueda incansable de experiencias.

Se entrenó en templos gastronómicos como El Bulli, de Ferran Adrià; El Celler de Can Roca, de los hermanos Roca y Noma, de René Redzepi. De estos maestros, no solo adquirió una técnica impecable, sino también una visión de la cocina como una forma de arte. Este equilibrio entre la exigencia europea y la calidez de la cocina mexicana se manifestaría plenamente en su obra más emblemática.

En 2008, Jonatan fundó Le Chique, un restaurante que se convirtió en su laboratorio de creatividad. Lejos de la rigidez, Le Chique se planteó como un espacio para la experimentación, un lienzo donde los ingredientes mexicanos se transformaban en experiencias culinarias de vanguardia.

El restaurante rápidamente obtuvo el reconocimiento internacional, galardonado con una estrella Michelin, el premio Gourmet a Mejor Menú de Degustación de la revista Travel+Leisure, y el Premio de Excelencia de Wine Spectator. Más que los premios, Le Chique se convirtió en una “escuela de pensamiento gastronómico”, un lugar donde Jonatan perfeccionó su filosofía y formó a la siguiente generación de chefs.

A lo largo de su carrera, los reconocimientos han sido una constante, pero cada uno ha significado un nuevo impulso. Jonatan ha demostrado una consistencia y una excelencia que lo colocan en la cima de la escena culinaria. Sin embargo, el premio que mejor encapsula su legado le llegó en 2025: el Premio al Chef Mentor de la Guía Michelin México. Esta distinción no solo celebra su talento, sino su compromiso con la formación de otros. Como él mismo ha expresado: “la clave está en formar equipos basados en el respeto”.

De la mano de Rodrigo-Rivera Río, fue reconocido
por su Influencia Gastronómica en los PRA Guadalajara 2025

Y es que su visión va más allá de un plato perfecto; se centra en el “legado de discípulos repartidos por el mundo”, en la capacidad de inspirar a otros a soñar. Su mente inquieta lo llevó a buscar nuevos retos y, en los últimos años, ha expandido su visión a la Ciudad de México. Con la apertura de sus nuevos restaurantes, Octavia y Onora, Jonatan rinde un homenaje a la cocina mexicana más pura, la de las “cocineras tradicionales”, aquellas que lo inspiraron desde niño.

En palabras del chef, “queremos transformar tradiciones en experiencias contemporáneas y, para ello, la técnica debe estar siempre al servicio del sabor”. Este enfoque es la prueba de que su creatividad no es un fi n en sí misma, sino una herramienta para honrar las raíces culinarias de México.

La perfección no existe, pero se persigue día a día”.

El legado de Jonatan Gómez Luna es multifacético. No solo ha puesto a Le Chique en el mapa gastronómico mundial, sino que ha escrito un libro que narra la historia del restaurante y su constante búsqueda de la excelencia. Ha participado en eventos y congresos internacionales, compartiendo su pasión y experiencia. Ha evolucionado su proceso creativo, dedicando un día a la semana a la investigación y el desarrollo de ideas en equipo, lo que demuestra su humildad y su enfoque en el trabajo colaborativo.

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