Los snacks Saltillo se convirtieron en una nueva cara gracias a emprendedores locales que apuestan por la innovación.
Un ejemplo es La Cochera del Zurdo, creada por Raúl Gerardo Hernández Victoria. Su historia demuestra que con pasión y estrategia se puede transformar una idea en un negocio sólido.
Un emprendimiento que nació en una cochera
Raúl comenzó su proyecto como parte de su formación universitaria. “En lugar de hacer una tesis tradicional, decidí crear un negocio real”, recuerda.
Aprovechó su propia cochera, reutilizó materiales y con una mínima inversión lanzó un concepto fresco que pronto atrajo clientes en busca de snacks en Saltillo diferentes.
“Mi proyecto se basaba en aprovechar los recursos y los espacios; los muebles los hice con palets de madera y usé electrodomésticos que ya tenía en casa”, cuenta con orgullo.
Pero ser emprendedor implica mucho más que tener una idea. Desde su experiencia, Raúl sabe que los retos son múltiples y constantes. Para él, el mayor desafío es vencer el miedo y la incertidumbre inicial que suele frenar a muchos.
También considera fundamental ser realista y evaluar todos los factores antes de lanzarse, porque las estadísticas no favorecen a los negocios nuevos en México. Un emprendedor necesita reunir todas las herramientas para mantenerse en el mercado, estar consciente de los riesgos y, sobre todo, aprender a gestionar su tiempo.
En palabras de Raúl, “muchos emprendimientos demandan mucho tiempo de dedicación, sobre todo al inicio; es clave organizarse para que no afecte al negocio ni a la vida personal”.
El reto de innovar en los snacks Saltillo
No todo fue sencillo. “El primer invierno fue muy difícil para nosotros y tuvimos que introducir nuevos productos como las crepas”, confiesa. También enfrentó trámites y regulaciones para operar legalmente:
“Nos reportaron como un bar clandestino y gracias al apoyo del gobierno comprobamos que éramos un negocio de snacks”.
Hoy, después de 10 años, el reto sigue siendo ofrecer un concepto renovado para conquistar nuevos clientes sin perder la esencia que los distingue.
“Lo más importante ha sido la gente que ha estado conmigo: colaboradores, socios, amigos y familiares. Sin ellos no estaría aquí”, afirma Raúl con emoción.
Su consejo para otros emprendedores es claro e inspirador: “No tengan miedo, anímense. Intentarlo ya te pone un escalón más cerca de lo que quieres lograr. Aunque no tengas éxito a la primera, tendrás experiencia”.
Esta experiencia demuestra que con creatividad, esfuerzo y compromiso, es posible convertir una idea sencilla en un negocio que marque tendencia como La Cochera del Zurdo.
