Fotos por Alejandro Almaraz
En la Sierra de Arteaga y Saltillo, la altura y los microclimas han dado origen a una nueva ruta vinícola en Coahuila que está conquistando paladares dentro y fuera de México. Viñedos familiares, proyectos innovadores y etiquetas premiadas se entrelazan en un paisaje serrano que combina tradición, paciencia y modernidad.
En este especial de Players of Life, exploramos las bodegas que están marcando un antes y un después en el enoturismo en el norte de México. La primera parada fue en Bodegas del Viento, una casa vinícola que ha sabido transformar el clima y la historia de Arteaga en una identidad única, tanto en sus etiquetas como en la experiencia que ofrece.
Pinot Noir de altura: la joya borgoñesa de Arteaga
El recorrido comenzó con su especialidad: un Pinot Noir 100% mexicano, pionero en la región. En copa, su color rubí claro deja pasar destellos de luz, anticipando un vino más etéreo que robusto.
- Aromas: cereza fresca, ciruela y un toque de tierra húmeda.
- En boca: acidez media-alta que despierta el paladar sin imponerse.
- Crianza: 11 meses en barrica de roble francés que aportan notas de vainilla y caramelo.
La experiencia se acompañó con nuez horneada de Parras, que la misma bodega produce. La combinación resaltó la fruta del vino y generó un maridaje equilibrado. Este Pinot Noir de Arteaga es versátil: ideal con pescados intensos, pastas cremosas o postres como un mostachón de fresa.
Kurdo: fuerza y elegancia en honor a los huachichiles
La segunda copa fue para Kurdo, un vino tinto que rinde homenaje a la tribu huachichil, habitantes originarios de la región, quienes entregaban las cenizas de sus muertos al viento, símbolo que da nombre a la bodega.
- Ensamble de cinco uvas: Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Malbec, Syrah y Cabernet Franc.
- Perfil: estructura intensa con equilibrio encantador, capas especiadas y frescura final.
- Maridaje recomendado: ate de membrillo con queso suave, pizza al horno o una cabrería al carbón.
Kurdo es considerado el “vino de boda”, pues agrada tanto a conocedores como a quienes apenas se inician en el mundo del vino.
Sol de Noche: el origen de Bodegas del Viento
El recorrido cerró con Sol de Noche, la primera etiqueta de la casa vinícola, nacida en 2011 tras plantar vides en 1998 como un proyecto experimental.
Cada año este vino presenta una edición especial con etiqueta diseñada por artistas locales a través del concurso Artista del Viento, lo que convierte a cada botella en una pieza de colección.
Probarlo en la terraza, con el sol sobre las parras, fue comprender su nombre: un vino cálido, entrañable y lleno de historia.
Visitar Bodegas del Viento: experiencia enoturística en Arteaga
Visitar la Sierra de Arteaga y detenerse en Bodegas del Viento es una experiencia que conecta el vino con la naturaleza. Aquí, el vino no se bebe a prisa: se conversa, se contempla y se disfruta.
Es un plan perfecto para una escapada de medio día desde Saltillo o Monterrey, ideal para quienes quieren vivir la cultura del vino sin recorrer largas distancias.
- Desde Monterrey: 1 hora 30 minutos
- Desde Saltillo: 25 minutos
- RSVP en @bodegasdelviento
Un brunch de domingo en su terraza, con aire fresco de la sierra y una copa de Pinot Noir en mano, es el momento ideal para regresar.
