A lo largo de la vida es bastante común sentir dolor físico por golpes, lesiones o enfermedades; sin embargo, no es normal que este dure por tiempo prolongado. Cuando esto sucede, lo más recomendable es visitar a un especialista en manejo del dolor.
La Dra. Dulce Amor nos recibió en su consultorio para explicarnos más sobre esta fascinante especialidad de la medicina y darnos las señales de alerta para tomar acción.
Si el dolor dura más de 3 meses, cuidado, puede ser dolor crónico
Esta es la regla de oro que establece que un dolor ha escalado a una etapa crónica. Dentro de este concepto hay muchas variantes y tipos. Puede ser dolor visceral, somático o neuropático.
“El dolor visceral es cuando tienes dolor de intestino, que te duele el estómago. El dolor somático, ‘me pegué, tengo un golpe’, eso es un dolor somático. Y un dolor neuropático es, por ejemplo, lo que se conoce como ciática, que es un dolor como toques o descargas eléctricas”, menciona la doctora.
También, los pacientes suelen describir los dolores como ardor o palpitaciones.
Uno de los dolores más frecuentes es el dolor lumbar y el dolor ciático, que generalmente se localiza en la parte baja de la espalda, y el cual sufrirá un 70% de la población en algún momento de su vida. Sus causas pueden ser diversas: desde una lesión muscular, articular, una hernia de disco, entre otras cosas.
También es común recibir pacientes por dolor cervical. Esto generalmente se localiza en el área del cuello y la parte alta de la espalda.
La mayoría de los dolores de este tipo suelen desaparecer con un tratamiento con analgésicos y terapia física, pero si esto no ocurre, ya se considera un dolor crónico y debe tratarse de diferente forma.
Si este es el caso, hay muchas opciones de tratamiento en el consultorio de algología.
Tu estilo de vida puede jugar en tu contra
La Dra. Dulce confiesa que es cada vez más común ver pacientes más jóvenes en su consultorio, de entre 20 y 30 años, por diversas causas.
“El estar mucho tiempo frente a la computadora, el celular, estar como doblando la cabeza o el cuello, así como la falta de ejercicio y acumulación de estrés, ansiedad y depresión. Muchas veces los temas emocionales se reflejan en área cervical”.
De la misma manera, la especialista expresa que la falta de ejercicio físico impacta fuertemente en la aparición de lesiones y dolores en la región lumbar. Ella recomienda el entrenamiento de fuerza con pesas en el gimnasio.
“En tema de columna, la falta de masa muscular es una de las causas principales para que se mueva la columna, haya inflamación de las articulaciones, desgaste más precoz, hernias de disco, todo eso por falta de un músculo fuerte en la zona lumbar”.
Asimismo, los problemas cervicales se deben a malas posturas por tiempos prolongados y al estrés. Un músculo tenso es un músculo duro que puede estirar y dañar la columna cervical. Algo muy común en todas las personas que trabajan en el sector corporativo y los estudiantes de todos los niveles.
“La mayoría de los trabajos ahorita son de oficina, entonces, estar mucho tiempo en una silla incómoda o inadecuada, la computadora muy abajo o muy arriba. Todas esas cositas son muy pequeñitas, pero sí son significativas”.
El tratamiento efectivo
Los tratamientos para el dolor al consultar con un médico algólogo pueden ser variados, desde medicamentos como analgésicos y antiinflamatorios, fisioterapia y procedimientos mínimamente invasivos, como los bloqueos.
Hay bloqueos desinflamatorios… y están los bloqueos con radiofrecuencia, ya sea fría o caliente, dependiendo del caso”.
De igual manera, se pueden involucrar estudios como la resonancia magnética para localizar hernias, dependiendo de la severidad del caso.
La Dra. Dulce asegura que todos los dolores son diferentes, es por eso que ve cada caso de manera individualizada, pero insiste en que también es indispensable hacerlo de manera multidisciplinaria.
“Todo el manejo del dolor debe ser con varios especialistas y la parte de terapia física es muy importante. Yo siempre les insisto que, si no queremos regresar a lo que nos llevó al dolor, hay que hacer ejercicio y primero hay que hacer terapia física”.
El dolor por cáncer
La Dra. Ramírez también es especialista en cuidados paliativos y cuenta con experiencia en el tratamiento de pacientes con dolor por cáncer. Nos explica que esto puede darse como una combinación de dolor visceral, somático y neuropático, y puede originarse del propio cáncer, como un tumor que presiona órganos o nervios, o como resultado de los efectos secundarios de tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia.
El tratamiento de este tipo de dolor implica un enfoque multidisciplinario, que a menudo comienza con analgésicos más potentes de la familia de los opioides o la morfina, y puede incluir procedimientos intervencionistas como los bloqueos para dirigirse a nervios u órganos específicos que causan el dolor, o bien, la bomba intratecal.
La especialista hace hincapié en no caer en trucos de la mercadotecnia de medicamentos “milagrosos”, pues es frecuente en su consulta que los pacientes lleguen con ungüentos o analgésicos supuestamente naturales y efectivos.
“No es bueno automedicarse, se recomienda siempre preguntar, siempre buscar a un especialista o un médico que nos pueda guiar para saber qué medicamento sí me va a ayudar y qué medicamento no”.
La doctora enfatiza la importancia de un enfoque integral que involucre a oncólogos, cirujanos, radio-oncólogos y, potencialmente, psicólogos o psiquiatras, para abordar tanto el dolor físico como el impacto emocional en el paciente y su familia. El bienestar emocional del paciente y de sus cuidadores es crucial, ya que una mala gestión emocional puede empeorar el dolor y otros síntomas.
El mensaje final es no aguantarse el dolor, siempre hay opciones de tratamiento. Vivir con dolor nunca es una opción”.
5 Red Flags del dolor
¿Cuándo debes ir al algólogo?
- Si tu dolor dura más de 3 meses sin mejorar
- Si los medicamentos y terapia física no alivian tu dolor
- Si el dolor es persistente después de una operación
- Si no quieres operarte, pero el dolor continúa
- Si sientes adormecimiento o sensación de electricidad en piernas o brazos
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