En nuestras conversaciones con cientos de líderes y emprendedores hemos identificado que algunos retos actuales son, por ejemplo, liderar y motivar a un equipo remoto, cómo responder a nuevas tecnologías -como la Inteligencia Artificial que está desplazando algunos puestos- y cómo lograr la colaboración entre equipos multigeneracionales, entre otros.
¿Qué es lo primero que hacemos cuando enfrentamos un problema nuevo? Buscamos información en Google, YouTube, ChatGPT, pero solo encontramos recomendaciones genéricas y superficiales.
No sé a ustedes, pero a mí este tema me deja con una sensación de desamparo, cuando me presentan retos para los que no estoy preparado y no tengo a quién pedir ayuda.
Lo interesante es que, al menos en teoría, para esto está la educación, para prepararnos a enfrentar este tipo de problemas en el futuro. Pero el futuro ya llegó y la educación no vio venir estos cambios.
El entrenamiento y upskilling, supuestamente, están para ayudarnos con esto, pero rara vez tenemos la motivación o el tiempo para tomar algún curso, esencialmente porque la mayoría de los cursos son genéricos y no responden a los retos que enfrentamos, que son diferentes para cada uno de nosotros, aunque tengamos el mismo puesto y trabajemos en la misma industria.
Los programas de educación continua actuales son estandarizados, o sea es un programa que es igual para todas las personas. Hay que hacer el esfuerzo de estudiar en el presente, para obtener la recompensa de estar preparados para un futuro incierto, en lugar de ser una solución a nuestros problemas en ese momento.
Las empresas saben que necesitan entrenar a su personal, pero desconocen lo que cada individuo requiere, y por eso terminan entrenándolos en los temas que están de moda que, en muchos casos, no responden a las necesidades reales de cada individuo.
Hoy en día, el mundo cambia tan rápido que la educación, en lugar de ser para el futuro, tiene que ser para el presente. Así, en lugar de ser algo que hacemos de manera eventual, necesita volverse habitual y estar disponible 24/7, para apoyarnos en cualquier reto que tengamos en cualquier momento y en cualquier lugar.
Esto tiene algunas implicaciones: primero, que en lugar de crear programas monolíticos, podamos crear programas modulares, y para esto necesitamos identificar cuáles con las habilidades que los profesionales necesitan, hoy en día, y crear microprogramas de entrenamiento enfocados en esas habilidades.
De acuerdo a nuestra interacción con cientos de líderes, hemos identificado cuarenta habilidades que hoy en día requieren los líderes, y las hemos agrupado en cuatro categorías: habilidades de productividad, comunicación, adaptabilidad y creatividad.
Productividad
Esencial para guiar a los equipos a través de cambios, manteniendo un enfoque eficiente. Una toma de decisiones efectiva, junto con una administración de proyectos adecuada, permite cumplir objetivos en tiempo y forma. Gestionar equipos y fomentar la productividad operativa garantiza un entorno de trabajo eficiente.
Comunicación
Es clave para liderar equipos y conectar con clientes, mientras que una sólida investigación de mercado y análisis de la competencia permiten tomar decisiones informadas. La estrategia de marketing y los insights del cliente ofrecen un enfoque dirigido a las necesidades reales del mercado. La comunicación persuasiva y el storytelling ayudan a construir relaciones duraderas, mientras que una estrategia de marca bien definida fortalece la identidad de la empresa.
Adaptabilidad
Fundamental para guiar equipos en tiempos de cambio, impulsando una visión clara de transformación. Un líder con dominio de la teoría del cambio y proyecciones financieras puede gestionar los recursos de manera eficiente, alineando las decisiones con los objetivos a largo plazo.
Creatividad
Anticipar futuros es algo imprescindible para un líder a la hora de navegar en entornos complejos y cambiantes. Un líder que entiende el comportamiento humano, puede resolver problemas complejos y desafiar convenciones, buscando soluciones innovadoras.
La idea es que cada líder, dentro de una organización, pueda seguir un camino de aprendizaje único y personalizado de acuerdo con cuatro aspectos clave.
Primero, entendiendo cuál es el posicionamiento actual de la empresa en la que trabaja en el mercado. En función de esto, cada líder debe evaluar cuáles habilidades son clave para su trabajo, en cuáles es fuerte y en cuáles es débil.
Después, es importante poder medir el desempeño real de ese empleado. Puede ser que tenga las habilidades necesarias, pero quizás no sabe cómo ponerlas en práctica, o puede tener los conocimientos clave, pero no la actitud adecuada.
Finalmente, hay que entender cómo los cambios sociales, económicos y tecnológicos afectan la capacidad de ese empleado para cumplir con su trabajo, para determinar qué tanto debe cambiar o seguir haciendo lo mismo.
Nuestra visión es que, cada año, los líderes deben tomar una evaluación para identificar sus necesidades de capacitación, y poder ofrecerles a cada uno de ellos un plan de desarrollo y acompañamiento que les permita lograr sus metas a través de contenido, herramientas y coaching.
La educación necesita dejar de ser algo que hacemos eventualmente, para prepararnos para el futuro, y comenzar a ser algo con lo que contamos de manera continua para enfrentar el presente.