Las posbiles políticas migratorias del presidente Donald Trump han podrían afectar profundamente las dinámicas migratorias en México, con repercusiones significativas en el estado de Nuevo León.
Aunque su frontera es estrecha con Estados Unidos, su proximidad estratégica lo convierte en un punto clave de tránsito.
Frontera con Estados Unidos
El Dr. Alejandro Díaz Domínguez, investigador del Tecnológico de Monterrey, explica:
“Somos uno de los pasos más cortos hacia el norte junto con Tamaulipas. Hay que recordar que desde el centro del país se está aproximadamente a 14 horas de la frontera.”
Esta ubicación hace que Nuevo León funcione como una zona de tránsito para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
LEE TAMBIÉN | Emergencia Nacional, Marte y el Golfo de México: 10 puntos clave en el discurso de Trump
Políticas migratorias
Sin embargo, Díaz Domínguez señala que las políticas migratorias más estrictas podrían provocar que muchos migrantes opten por quedarse en México: “Estas coordenadas de migración pudieran reducirse, dado que las personas perciben que es mucho más difícil poder cruzar.” Esto ha generado que estados como Nuevo León enfrenten desafíos al absorber a estas poblaciones.
El investigador también destaca la capacidad económica de la entidad para enfrentar esta situación, pero advierte de las limitaciones: “Nuevo León cuenta con mayores capacidades que otros en términos de absorción de mano de obra, pero sigue siendo un reto porque las habilidades y capacidades de esa población migrante son muy distintas a las que se requieren en algunos sectores industriales.”
Además, las deportaciones desde Estados Unidos también impactan al estado: “Al ser un estado fronterizo con Texas, tendremos deportaciones en nuestro territorio, lo que agrava la situación.”
Esta combinación de migrantes en tránsito y deportados representa un desafío para la estabilidad social y económica de Nuevo León.