Marco Antonio Morales de la Peña, mejor conocido como Ralf, es un creador de contenido, actor y figura digital que ha sabido transformarse con el paso de los años.
Su historia no solo inspira, sino que refleja una evolución artística impulsada por la curiosidad, el aprendizaje y la pasión.
Marco antes de Ralf
“Yo fui una persona que intentaba de todo”, comenta Marco con una sonrisa que refleja sus raíces en Saltillo. Desde niño, sus padres lo alentaron a experimentar en deportes como el fútbol, el motocross y el triatlón, así como en disciplinas artísticas como la música.
Sin embargo, el verdadero parteaguas llegó cuando vio un video de Werevertumorro.
“Me llamó mucho la atención, y como dos o tres años después, me animé a intentarlo”, recuerda. Fue un amor a primera vista que nunca soltó.
Sus primeros pasos en las redes sociales comenzaron con YouTube en 2014. Sin embargo, Musical.ly, una plataforma emergente en aquel momento, fue la que lo catapultó a una audiencia más amplia.
Marco describe cómo estudiaba a otros creadores para encontrar su estilo y cómo, desde el inicio, le apasionó la edición de videos.
“Cuando descubrí que podía usar una pantalla verde, me emocioné muchísimo”, comparte. Su crecimiento en Musical.ly fue rápido, llegando a 100,000 seguidores en un mes.
El salto a TikTok y la transición al cine
En 2018, Musical.ly se convirtió en TikTok, y RALF fue parte activa del cambio. A pesar de las transformaciones de la plataforma, Marco mantuvo su esencia, destacando por su creatividad y capacidad de adaptarse.
“Lo divertido fue que comenzaron a llegar más creadores, y eso enriqueció mucho el contenido”.
Sin embargo, su evolución no se limitó a las redes sociales. Años después, impulsado por su mánager, Marco decidió explorar el mundo de la actuación.
A pesar de su falta de experiencia formal, su autenticidad y dedicación lo llevaron a protagonizar “Anónima”, una película original de Netflix.
“El personaje de Alex conectaba tanto conmigo que me permitió dar lo mejor de mí”, comenta sobre el papel que lo marcó como actor.
El proceso no fue fácil. Tres años de castings y momentos de duda pusieron a prueba su determinación.
“Recuerdo mi primer casting, fue horrible, pero el equipo siempre creyó en mí”, confiesa. Finalmente, el esfuerzo rindió frutos, y la experiencia en el set fue transformadora. “Ver el resultado final me dio la aprobación que necesitaba para creer en mí mismo”.
Reflexión y valores
Para Ralf, el viaje ha sido tan importante como los logros. Al reflexionar sobre su evolución, destaca la importancia de mantenerse fiel a uno mismo.
“Podría crear un escándalo y ganar seguidores rápidamente, pero prefiero que mi contenido llegue a las personas correctas por lo que realmente es”, asegura.
A lo largo de los años, ha aprendido a valorar la calidad sobre la cantidad y a enfocarse en el amor por la creación más que en las métricas.
Este 2025, su meta principal es volver a sus raíces creativas, dejando de lado la procrastinación y enfocándose en disfrutar el proceso. “Lo único que quiero este año es hacer, crear y compartir, sin esperar nada a cambio”.
