Doy casi por hecho que todos sabemos “que comer y que no”. Pero la realidad es que el hecho de saber que debemos comer frutas y verduras y obviamente evitar la comida chatarra no es la clave del bienestar. ¡Me da gusto que la mayoría ya sepamos eso! Vamos avanzando..
Pero en este mundo que aumenta exponencialmente la contaminación y por ende la oxidación celular, NO ES SUFICIENTE.
Además ya no se trata de solo bajar de peso, o bajar de grasa, sino de mejorar nuestra funcionalidad y longevidad. ¿Cómo logramos esto? ¡CON PROGRAMAS UNICOS!
Idealmente con un estudio genético, el ejemplo que yo les pongo a mis pacientes es: “Imagínate que no sabes de que color son tus ojos, y tuvieras que descubrirlo a través de una prueba genética”.
Y así como los ojos que no te cambian de color, tu ADN es UNICO y determina cual es tu alimentación adecuada y estilo vida.
Es una locura porque pudieras estar comiendo mucha proteína y evitando los carbohidratos, cuando a lo mejor tienes genes favorables para consumirlos y esa puede ser la razón de tu fatiga crónica, o inclusive que no bajas de peso como quisieras.
Fuera de esto, si no vas a hacerte una prueba genética, lo que yo hago en consulta son planes personalizados y vamos “a prueba y error” viendo como respondes a ciertos estímulos y estrategias nutricionales para encontrar la mas adecuada y efectiva para ti.
También por esto mismo es muy importante el compromiso y responsabilidad del paciente tanto de hacer su plan alimenticio como el de asistir a sus sesiones para revisión y monitoreo.
Y lo bonito de todo esto, es que a través del tiempo empiezas a comprender como funciona y reacciona tu cuerpo a los alimentos, y no importa que diga tu amiga o el internet, tu sabrás lo que te conviene a ti porque te queda claro que cada cuerpo responde diferente, precisamente, porque somos diferentes!
