Este martes 10 de diciembre, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, declaró que la estrategia de México frente a las posibles medidas comerciales de la administración de Donald Trump será firme pero calculada.
Con una postura pragmática, Ebrard señaló la importancia de proteger el comercio bilateral, que representa miles de millones de dólares y millones de empleos tanto en México como en Estados Unidos (EU).
Trump y su amenaza de aranceles a México y EU: un contexto tenso
La posibilidad de que EU, dirigido por Donald Trump, imponga aranceles del 25% a productos mexicanos, como vehículos automotores, ha generado preocupación en ambos lados de la frontera.
Según Ebrard, tales medidas tendrían un impacto directo en los precios al consumidor estadounidense, provocando inflación en sectores clave como el automotriz.
Por ejemplo, el 88 por ciento de todas las RAM que se venden en Estados Unidos se hacen aquí; subiría un 25 por ciento de un día para el otro”, declaró el titular de la secretaría de Economía.
El presidente Trump señaló que estas medidas son necesarias para equilibrar el comercio con sus socios nacionales. Sin embargo, expertos coinciden en que los efectos podrían ser contraproducentes, afectando tanto a empresas como a consumidores en Estados Unidos.
Marcelo Ebrard y Trump: Una estrategia con sangre fría
Ebrard señaló que la clave de estas negociaciones será mantener la calma y actuar con inteligencia: “Siempre conservar la sangre fría, ser inteligentes y no perder de vista lo que buscas; lo que buscamos es proteger el comercio entre los dos países, que es hoy inmenso”, declaró.
Asimismo, mencionó que México está preparando una estrategia robusta para hacer frente a las amenazas de aranceles, priorizando la colaboración y el diálogo.
El comercio entre México y EU alcanza los 900 mil millones de dólares anuales (aproximadamente), convirtiéndolos en socios estratégicos. Cualquier alteración en las relaciones comerciales podría afectar industrias clave como la automotriz, la agroindustria y los productos manufacturados, sectores donde México tiene una participación significativa.
Ebrard también reiteró que proteger estos sectores es esencial no solo para la economía mexicana, sino también para los millones de empleos que dependen de este comercio en ambos países.