Desde hace una década, Jesús Arceo ha enfocado su carrera profesional como bartender. La barra se ha convertido en su espacio de trabajo para brindar a los paladares las más exquisitas experiencias partiendo de licores, destilados y frutos.
Jesús se ha especializado en fusionar a la química con la gastronomía. La experiencia de alto nivel que podemos encontrar en un platillo de alta gama, también la puede crear este joven a través de líquidos que, ante su magia, seden su sabor para crear cócteles espectaculares que también cautivan por su belleza visual.
Te compartimos cómo ha sido la travesía de Jesús Arceo, barmanager de los reconocidos restaurantes Bruna y Octo, así como Brand Ambassador de Tequila Skorpios 1618, en esta charla para Players of Life Guadalajara.
“Quiero llevar esta parte de la coctelería a otro nivel, ser un aparte para la ciudad junto a toda la industria. Creo que en Guadalajara hay una industria muy chida de bartenders”.
Un bridis para toda ocasión con Jesús Arceo
Bruna y Octo se han consolidado no solo entre los restaurantes más queridos y premiados en Guadalajara por su alto nivel culinario, sino también por ser semilleros de talentos con chefs como Oscar Garza o Jesús Arceo comandando sus barras.
“Llegué hace 5 años, acababa de iniciar con el proyecto de Mixology Lab, fue algo muy distinto. El nivel de exigencia, de cuidado con los detalles, sí es muy diferente al de muchos lugares, pero creo que sí te forja bastante en ser cuidadoso y de leer muy bien a los comensales. De realmente ofrecer una muy experiencia con cócteles que no van a encontrar en ningún otro lugar.
Es un reto para muchos, porque el concepto de Bruna, y que vaya de la mano con la coctelería no es tan fácil, pero ha sido de los mejores retos que he tenido”.
Aunque el climax de cada día en el anochecer, las jornadas de Jesús comiezan desde el primer suspiro de la tarde, checando que licores, ingredientes y utensilios estén en orden y pulcros para el servicio. Además, su trabajo también apuesta a la creatividad, afinar recetas, explorar nuevos sabores, desarrollar conceptos.
A esto se ha sumado el auge por la coctelería/mixología en México, que también ha permitido una mayor apertura para proponer nuevas ideas a los comensales y ponerla a juego con novedosos conceptos de gastronomía.
“Yo siempre he definido que el mixólogo es como el chef, en la parte de la experiencia líquida. Al final de cuentas, como te llames, mixólogo o bartender, creo que desempeñamos ambas cosas en el tema de desarrollo de bebidas, tal vez con diferentes técnicas”.
Una pasión desde la infancia
Jesús recuerda ese acercamiento orgánico que tuvo hacia el servicio y la gastronomía a través de su mamá, quien enfocada justamente en las barras de eventos, lo animó a explorar este camino. Teniendo 14 años de edad, Jesús ya sabía de memoria las fórmulas para hacer margaritas, medias de seda y las bebidas clásicas de la coctelería.
“Yo lo hacía más que nada por hobbie, hasta que dije: ‘¿por qué no hago que mi hobbie se vuelva en algo que pueda hacer todos los días, que también me genere y la pase bien. Creo que es lo importante, detrás de todas las barras, al final de cuentas, siempre te las vas a pasar bien”.
Si bien su formación académica inició primero en la Mecatrónica, y al ver qué no era lo que buscaba migró a la Mercadotecnia, finalmente el colorido y aromático universo de la mixología fue el sendero ganador. Los eventos y bares de la ciudad, fue tan solo el inicio de una carrera que lo sigue enamorando.
“El estar detrás de una barra implica que probablemente no vas a pasar muchos cumpleaños con tu familia o amigos, que no vas a ir a muchos eventos especiales, pero son sacrificios que si tienes tu mente clara, valen la pena”.
Servir y proponer
Cuando Jesús entra en contacto algún líquido, su mente ya maquila ideas; las ganas de iniciar a preparar bebidas no paran.
“A mí el tema del contacto con el agua siempre hace que empiece a pensar, pensar y pensar. Cuanto estoy muy abrumado empiezo a lavar los vasos y empiezo a pensar en qué quiero hacer. El agua es mi punto fuerte para que mi creatividad fluya”.
Aunque confiesa no ser un bebedor habitual, al separar puntualmente su gusto personal con su labor diaria, sí tiene sus estrategias para augurar que los cócteles que prepara van a maravillar a los comensales, no solo en sabor, si no en una experiencia 360 con la teatralidad que imprime al llevar su creación a la mesa.
“También le doy el plus al yo llevar a la mesa los cócteles y explicarles todo el proceso que hay detrás. No solo es una mezcla de licores, sino que pueden ser cócteles que tardan hasta 8 días en desarrollarse”.
Un ejemplo, del espectáculo que Jeús brinda en sus propuestas se ven reflejado en cócteles como el que creó con Tequila Patrón y los míticos bloques Lego. Con esta bebida, lleva a los comensales a su infancia: un cóctel con el que puedes manipular los bloques.
Experiencia en crecimiento
A la par de sus actividades en Bruna & Octo, Jesús fortalece sus conocimientos en otros destacados proyectos también inmersos en el mundo de las bebidas espirituosas.
Ha explorado el servicio de eventos, desarrollado conceptos de coctelería en Estados Unidos, también ha colaborado con firmas como Tequila Patrón para mixología con sello mexicano. Otro gran proyecto, es su faceta como embajador y educador de tequila con Skorpios.
El conocimiento que ha adquirido para educar su paladar, también recae en los estudios y capacitaciones que ha tomado en el Consejo Regulador del Tequila (CRT) como maestro catador de tequilas.
“Puedes iniciar en cualquier barra, no importa en cuál. Puedes buscar en redes sociales, puedes ir aprendiendo tú solito poco a poco. Es quitarse el miedo, la pena de estar detrás de una barra. Eso nos pasa a todos, al inicio es difícil, porque es un constante rush, desde que llegas a la barra y tienes que ver todo hasta el cierre. Es difícil, pero de verdad vale la pena”.