Por Raúl Flores, presidente de COPARMEX JALISCO
Como ciudadano preocupado, me resulta imposible ignorar la crisis que atraviesa el sistema de salud en nuestro país. A pesar de ser un derecho constitucional, el acceso a la salud se ha convertido en un lujo para millones de mexicanos, mientras algunos países, como Dinamarca, a quien se ha hecho referencia constantemente, disfrutan de sistemas de salud integrales y eficientes, nosotros seguimos muy lejos de alcanzar ese nivel.
Según el Coneval, el 29.4% de la población en México está en situación de vulnerabilidad por carencias sociales, y una de las carencias más graves es la falta de acceso a servicios de salud, lo cual enciende focos rojos.
Entre 2016 y 2022, la proporción de mexicanos sin acceso a salud pasó del 15.6 % (18.8 millones de personas) al 39.1% (50.4 millones). Es decir, en apenas seis años, más de 31.6 millones de personas quedaron desprotegidas.
No podemos ignorar esta realidad. Las cifras representan vidas que corren peligro por enfermedades que podrían prevenirse o tratarse adecuadamente si contáramos con un sistema de salud eficiente.
Por poner un ejemplo, las principales causas de muerte en México, según el Inegi, y que reflejan la urgencia de actuar, son las enfermedades del corazón, diabetes y tumores malignos. La falta de diagnóstico temprano y el tratamiento deficiente aumentan el riesgo para millones de mexicanos.
Desde el sector empresarial, hemos sido testigos de cómo la falta de acceso a servicios de salud afecta directamente a nuestros colaboradores.
En nuestro estudio Data Coparmex, el 67% de las empresas socias reportó que sus colaboradores han enfrentado problemas con el sistema de salud público. Las complicaciones más comunes incluyen la escasez de medicamentos, largos tiempos de espera para citas y cirugías y un trato inadecuado en hospitales.
Esto no solo impacta la productividad laboral, sino que atenta contra la calidad de vida de las personas.
Es fundamental que en Jalisco, donde hemos visto avances en materia de salud, se dé seguimiento a los proyectos ya en marcha. Las nuevas administraciones tendrán la enorme responsabilidad de concretar lo que se ha empezado. No podemos permitir que la inercia política detenga el progreso. La salud debe ser una prioridad.
Para garantizar una buena calidad de vida, es necesario implementar programas de prevención, facilitar chequeos médicos periódicos, asegurar el abasto de medicamentos y promover buenos hábitos entre la población. La prevención debe ser una estrategia central en cualquier política de salud.
En Coparmex Jalisco, hemos asumido el compromiso para hacer un “Monitoreo al sistema de salud en Jalisco” en colaboración con la plataforma Jalisco Cómo Vamos; las próximas semanas, presentaremos los resultados de este esfuerzo, con el objetivo de visibilizar las áreas de oportunidad y las acciones necesarias para mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud.