El Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila, Ramón Shade disfruta con gran responsabilidad el peso de su nombre en la escena cultural mexicana.
Ramón Shade es sinónimo de música. Nacido en Torreón en 1951, fue el primer mexicano en recibir un diploma como Director de Orquesta en la hoy Universität für Musik. Pero más allá del rango de experto que ha adquirido, es la pasión por las artes y la cultura la que dirige sus pasos.
El Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila proviene de una familia donde la disciplina musical siempre estuvo presente. Recuerda especialmente a su tía, Mercedes Shade, quien se desempeñaba como violinista.
Sin embargo, él fue el primer integrante de su familia que decidió profesionalizarse en este arte y forjar en él su destino.
Con tales convicciones, a la par de fortalecer su talento, el Maestro es enfático en la responsabilidad que supone su carrera.
“Yo recuerdo que la primera vez que fui nombrado Director de una orquesta, pues no dormía, porque pensaba qué iba a hacer con todas las responsabilidades; ya después se va uno acostumbrando, se va encontrando la manera de cómo trabajar con la gente, tanto con tu orquesta como con otras orquestas en donde se llega a estar de invitado”.
Ramón Shade, Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila.
El nacimiento de Camerata de Coahuila
El proyecto inicial de Camerata de Coahuila fue gestado en abril de 1994, gracias a la iniciativa de un grupo de laguneros encabezados por los señores Ricardo y Lucrecia Santibáñez.
El primer concierto de la orquesta de cámara tuvo lugar el 10 de junio de 1994 en las instalaciones del Teatro Isauro Martínez.
Shade, su Director Artístico y Musical, recuerda que su incorporación fue por invitación directa de la familia Santibáñez, a quienes aportó su idea de la composición que la orquesta debía tener.
En aquel entonces, la Camerata de Coahuila se conformaba por 16 músicos. A la fecha, tanto su presencia como su planta musical se han robustecido hasta alcanzar una cifra de 52.
Ante ello, Shade no tiene otras palabras para describir su sentir, que no sean el agradecimiento y la fortuna.
“Mi instrumento es la orquesta y ese instrumento también son personas; un Director debe de considerarse muy afortunado cuando tiene una orquesta, porque tiene un instrumento con el cual está haciendo lo que le gusta hacer. Entonces, en este caso, me considero muy afortunado”.
Ramón Shade, Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila.
Embajadores del arte
Con tres décadas de trayectoria, la Camerata de Coahuila destaca por ofrecer dos temporadas anualmente, de forma ininterrumpida.
Además, su labor social también es notable, pues realizan conciertos didácticos y para comunidades en condiciones vulnerables.
Pese a ello, Ramón entiende que tales acciones no recaen únicamente en su figura, pues subraya que la orquesta trasciende incluso a los músicos, dando su justa dimensión a todo el engranaje -como él lo llama-, que da vida a la Camerata, particularmente a su Patronato, encabezado por el Magistrado Presidente Miguel Mery Ayup.
Y, por supuesto, la función que desempeña el público de la orquesta, merece un distintivo especial a los ojos del Maestro, quien celebra que la Región Lagunera haya hecho suya a la Camerata de Coahuila, como queda demostrado con su apoyo en cada concierto.
“El público ha crecido con nosotros también; ahora nuestros conciertos están con mucha gente. Se esperan los conciertos de Camerata. Hemos ido de la mano uno del otro, porque ¿qué es una orquesta sin público?”.
Ramón Shade, Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila.
La figura de Ramón Shade
Dentro de la Camerata de Coahuila, la figura de Shade es indiscutible, lo mismo que dentro de la cultura a nivel estatal y nacional.
Como los grandes maestros, él es cauto en sus expresiones para sí mismo y prefiere trascender entregándose a su orquesta.
El peso de su familia es innegable en cada uno de sus pasos, pues cuando su enfoque no es meramente musical, ellos son la batuta que dirige sus acciones.
Ramón disfruta sobremanera de escuchar a Mozart, pero su apertura es tan fina como su oído, por lo cual no duda en involucrarse con los compositores más modernos, que también busca presentar al público, a través de Camerata.
La sonrisa y entusiasmo en sus expresiones denotan su agradecimiento por la vida, lo mucho que le divierte vivir de la música y la seriedad artística con que la toma.
“Yo lo que quiero es que la gente que vive en esta región, o que vive en México y en otros lados donde hemos estado, tenga acceso a la música, y que las personas que estudian música tengan un trabajo digno donde puedan estar, ese es mi verdadero legado”.
Ramón Shade, Director Artístico y Musical de la Camerata de Coahuila.
Dijo con orgullo el Maestro, recién concluido un ensayo.