Cuando tenía 16 años, Balbina Garza López llegó a estudiar a un pequeño pueblo en Italia y sufrió un tremendo shock cultural que transformó su perspectiva respecto al consumo local y consciente.
No fue hasta seis años después, antes de graduarse como comunicóloga por la Universidad Iberoamericana, en la Ciudad de México, cuando esa semilla germinó en un proyecto al que llamó Portèlo, nada menos que el primer marketplace de moda de lujo preloved en México.
Mientras estudiaba la licenciatura, Balbina, hoy de 31 años, trabajó full time, por lo que invirtió sus ahorros en crear una versión de prueba de una app para iPhone, en sociedad con su amiga Jimena Ruiz.
“Empecé a vender mis propias cosas en línea, algo que también quería hacer para aprender de todos estos modelos de negocio. No renuncié a mi trabajo de tiempo completo hasta que ya llevaba un año operando el negocio, más o menos”, dice Balbina, quien actualmente radica en la Ciudad de México.
Balbina Garza López
¿Retos? Un emprendedor se enfrenta a ellos todos los días, sí o sí, pero Balbina se reconoce creativa, perseverante y resiliente. Eso sí, luchar contra los estereotipos de género a la hora de interactuar con inversionistas, e incluso con sus propios empleados, ha sido uno de los mayores desafíos.
“También el no tener los fondos que nos pudieran haber ayudado a ser más competitivos, a crecer un poco más rápido”, agrega.
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¿Cómo funciona Portèlo?
La dinámica de Portèlo es muy sencilla: desde la app, los vendedores suben sus artículos, llenan la descripción y determinan el precio. Cuando se venden, los artículos pasan por un punto de revisión, para verificar su autenticidad, y luego se envían al domicilio del comprador.
Para el segmento de marcas premium, accesible a todos los bolsillos, nació Pòrta bajo la misma consigna de que la moda es circular, tal como dice su eslogan. Se pueden dar de alta prendas de moda para niños y adultos, tanto de mujer como de hombre.
Actualmente, hay más de 20,000 prendas disponibles, de unas 1,500 marcas y cero inventario, por la naturaleza misma del negocio, que tiene un foco particular en la atención al cliente.
Para Balbina y su socia Jimena no solamente se trata de que Portèlo tenga prendas increíbles con super descuentos. Se trata de que los usuarios de la página tomen el rol tanto de compradores como de vendedores y hagan circular la moda.
Incluso las cajas donde hacen los envíos tienen la leyenda que invita a darle un nuevo uso a la caja, y cuál ha sido su sorpresa al descubrir que algunos clientes las usan para hacer nuevos envíos.
Los números de Portèlo
A la fecha han vendido casi 100 millones de pesos mexicanos a través de la plataforma, dice Balbina, cuyo equipo de trabajo está integrado por 10 personas.
“Lo más lindo es ver cómo regresa la gente, ver nuestros KPI y ver que es más del 80% de los vendedores el que regresa todos los meses, y más del 70% de los compradores que todos los meses tienen actividad también”, dice. Algunas influencers, como Mariana Rodríguez, han realizado su closet sale a través de Portèlo.
Balbina Garza López
Hábitos para la vida
Balbina es una lectora voraz que suele empezar y terminar el día con un libro en la mano y, si se puede, a mitad de la jornada también.
“La lectura siempre ayuda a la memoria, a muchas cuestiones cognitivas, a mantenerte en el presente, a la concentración. Son los beneficios que te trae este hábito espectacular para toda la vida”, dice.
También medita y se ejercita a diario, ya sea con una intensa sesión de boxeo o con una caminata mientras escucha un podcast.
“Ese momentito diario creo que es clave para estar un poco más balanceada en momentos difíciles”, dice.
Más allá de los resultados del negocio, el aprendizaje más grande de Portèlo, para Balbina Garza López, ha sido aprender a valorarse y escuchar a su intuición. Hoy sabe que podía haberlo hecho sola, pero es mejor rodearse de compañía que sea valiosa.
Comenta que, cuando se asoma el irremediable cansancio o frustración, no olvida aplicar una frase que ha escuchado de boca de su papá, aficionado al ciclismo: shut up, legs! “Cuando me han dicho que necesito parar o tirar la toalla, o como ayer, que terminé de trabajar a medianoche, recuerdo esas palabras que significan ‘¡síguele, tú puedes!’. Y sí, siempre podemos hacer mucho más de lo que creemos que podemos hacer”.
