No hay detalle que Carlos Puga no conozca del Auditorio Telmex. Cada luz, cada centímetro del escenario, cada cable, cada butaca la conoce a la perfección.
En febrero de este año, Carlos Puga asumió la dirección del gran coloso artístico que este 2024 celebra 17 años de historia.
Desde que el Auditorio Telmex se inauguró en 2007, ha estado presente en diversas etapas y áreas, y hoy, tomando las riendas del recinto, busca preservar y elevar el legado que la Universidad de Guadalajara impulsó con la apertura de este espacio que marcó un antes y un después en la metrópoli de Guadalajara.
Aunque Carlos está tras bambalinas todo el tiempo, su expertis ha sido fundamental para que un inmueble de esta magnitud, con capacidad para albergar a 9 mil espectadores en cada evento, opere a la perfección.
“Mi liderazgo va acompañado de todo el equipo de trabajo. Yo no sería lo que soy sin tener a todo el gran equipo que tengo en el Auditorio. Todos aportan siempre para que todo salga bien. Trato de facilitarles todas las herramientas que necesitan para hacer bien su trabajo”.
Si bien su vocación en este medio artístico lo ha vinculado con lo glamuroso del medio, de tener un contacto directo con talentos de talla mundial, la visión que Carlos Puga tiene del entretenimiento va más allá. Escucharlo hablar de la industria y lo qué el público no ve detrás del telón, es fascinante.
¿Quién es Carlos Puga? Mente maestra tras el telón
Quizá, la vida ya tenía parte de su destino marcado. Recuerda a su padre, músico, quien fue clave para presentarle este mundo que le despertaría una dedicación incansable que hoy sigue dando frutos.
Durante su etapa como universitario, Carlos memora cómo comenzó a involucrarse en la organización de conciertos, pues la familia de un amigo, estaba inmersa en esta labor. Ahí empezó el aprendizaje desde cero, acomodando sillas y recogiendo boletos en espacios como la Plaza de Toros.
Así fueron llegando más experiencias. Recuerda también aquel concierto de La Oreja de Van Gogh en el ITESO o de los eventos estudiantiles que organizaba en la universidad, en la que estudió Turismo y después maestría en Finanzas Empresariales, en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
“De ahí empecé a trabajar en todo este del showbusiness. Me gustó mucho, me encanta estar operando. Es un trabajo en el que nunca dejas de aprender, siempre hay algo nuevo que resolver. Nos dedicamos a resolver cosas y generar experiencias al público para que pasen un momento muy agradable”.
Era cuestión de tiempo que el Auditorio Telmex abriera sus puertas, inicialmente bautizado como el Auditorio Metropolitano. Durante los primeros 6 años del recinto, Carlos estuvo al frente del área de Booking, brindando atención a promotores y artistas.
Otra oportunidad llegaría al movilizarse a las también desafiantes Fiestas de Octubre, llevando durante 4 años, la programación artística del Foro Principal para el Auditorio Benito Juárez.
Regresó al Auditorio Telmex y con un nuevo desafío en mano, también llegaría el paro total de actividades con la sorpresiva pandemia en 2020. El golpe que representó la contingencia sanitaria a la industria del entretenimiento, dejó a Carlos fuera de la jugada.
Afortunadamente, y recordando con cariño los desafíos que tanto el Telmex, como prácticamente todos los recintos pasaron, el salvavidas llegó de parte de Ticketmaster, para ponerlo al frente, durante 3 años, de la Gerencia Comercial de la empresa en Guadalajara y Monterrey.
“Posterior a esto, el Dr. Ricardo Villanueva, rector de la Universidad de Guadalajara, me hace la invitación para dirigir este inmueble”.
Guadalajara, un gigante que despertó
“No teníamos los espacios adecuados para la presentación de un artista”, apunta Carlos al reflexionar sobre la evolución que Guadalajara ha tenido como una ciudad importante para la generación de una programación con artistas internacionales.
Recuerda aquellos boletitos que se cortaban manualmente, lejos de la tecnología y facilidad que hay actualmente para garantizar tu asistencia a un show.
Tal ha sido el rol del Auditorio Telmex y el empeño y compromiso de sus colaboradores, que en diversas ocasiones, este recinto ha estado en el ranking mundial de los prestigiados listados que Pollstar hace año con año.
El Auditorio Telmex está no solo considerado dentro del TOP de los Mejores Teatros del Mundo, también entre los recintos que más taquilla tiene anualmente. En estos listados figuran recintos de la talla del Radio City Music Hall y el Dolby Live at Park MGM Las Vegas, por ejemplo.
“Ha sido algo impresionante, nos tocaba venir cuando todavía estaba en construcción el Auditorio Telmex. No creía estar trabajando en un lugar así, ni me imaginaba qué iba a suceder. Cuando empezamos a trabajar en la inauguración con la presentación de Plácido Domingo, fue algo increíble”. “Fuimos aprendiendo sobre la marcha. Lo bonito de este trabajo e industria es que todos hacemos de todo. Todos estamos involucrados, porque atendemos a 9 mil personas y un par de ojos no son suficientes para todo lo que se necesita, todos estamos siempre al pendiente”.
Atención y generación de públicos
Aunado a lo operativo y la infraestructura logística y técnica que el Auditorio Telmex marcó para la generación de eventos, Carlos Puga también ha visto cambios significativos en los intereses del público. No solo se ha tratado de construir la agenda con los artistas clave, también de apostar por una programación propia y cautivar una audiencia exigente como lo es la tapatía.
“Nos empezamos a potencializar como una ciudad muy importante en la industria del espectáculo. Hoy en día somos un referente, los grandes artistas vienen a la ciudad, algo que nunca que jamás lo imaginamos”.
Serenidad y liderazgo
Cada evento es un reto, pero hay uno en particular que Carlos atesora no solo por lo histórico que fue para Guadalajara, sino por lo complejo de llevarlo a cabo: los Premios MTV Latinoamérica, de 2008. Una prueba de fuego, sin duda.
Los proyectos que ha comandado Carlos también han tenido su éxito por su temperamento para llevar la batuta, saber dirigir, delegar, plantear opciones, aprovechar oportunidades, saber cómo solucionar y esperar el momento oportuno.
A esto se suma el compromiso físico que ha dedicado a operar, y como todo su equipo, un gigante como el Auditorio Telmex. Desveladas, ir de arriba a abajo, revisar una y otra vez el escenario, finanzas, programación, camerinos, técnicos. Todo implica tener cuerpo y mente de acero para sobrellevar la agenda diaria y la vida personal.
“Definitivamente es amor al arte. Cuando entras a trabajar al showbusiness sabes que te va absorber todo el tiempo. Sí tienes que tener un equilibrio con tu vida personal, porque te absorbe demasiado. Cuando yo trabajé en periodos anteriores, entraba de madrugada y a veces también era el último en irme. Tratas de equilibrar, me gusta mucho hacer ejercicio y trato cuando puedo, ir a entrenar, porque si no, uno se vuelve loco. Pero es una satisfacción venir a los shows y ver a la gente tan feliz, es nuestra mejor paga”.