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julio 22, 2024

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Columna de Luis Lindsey: Expectativas claras crean mejores proyectos

Lee la última columna y cuéntenos sobre tu experiencia en un correo electrónico a lindseyluis@icloud.com o vía Instagram.

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No te pierdas la columna de este mes escrita por Luis Lindsey. El domingo pasado, tuve la oportunidad de interactuar con una prima política, quien es una viajera experimentada.

Ha recorrido el mundo entero en cruceros. Dada su amplia experiencia en el tema, le surgió la oportunidad de vender viajes para una agencia de cruceros. La idea era muy seductora: simplemente replicar sus viajes ajustándose al presupuesto e intereses de quien solicite sus servicios. Fácil, ¿no?

Error. Me contaba la frustración de atender a clientes que llegaban con peticiones vagas como “quiero un viaje” o “quiero algo lindo”, sin especificar detalles importantes como el destino, la fecha, o el tipo de cabina.

Me comentó sobre un cliente al que, cuando le preguntó sobre qué tipo de habitación o cabina quería, le había respondido que la más cara.

“Yo dije, okey, en un crucero la cabina más cara puede costar el triple que las opciones de clase turista”, me dijo. Claro que cuando regresó con las opciones y precios la respuesta siempre fue:  “¿No hay algo más económico?”.

Luego de algún tiempo, se encontró a sí misma entregando decenas de cotizaciones, que fueron reevaluadas más de tres veces cada una, pues a pesar de hacer muchas preguntas para obtener la información necesaria para cotizar, las respuestas de los clientes eran inconsistentes o imprecisas. Eventualmente, se cansó de esta dinámica y decidió dejar esta forma de hacer negocio.

Desde su perspectiva, el tiempo necesario para aterrizar las necesidades de los viajeros, simplemente, no le resultaba rentable.

Esta experiencia me hizo reflexionar sobre un problema común en la industria: la falta de comunicación clara y detallada. Es frecuente encontrar que el cliente no sabe exactamente lo que quiere, y si lo sabe, no encuentra cómo comunicarlo de manera efectiva.

Esto puede llevar grandes ideas de proyectos a pobres ejecuciones. Ya sea en la organización de un viaje o en el desarrollo de un proyecto industrial, poner las expectativas en blanco y negro es un desafío que reta la paciencia y el intelecto de las personas involucradas.

Aquí es donde la inteligencia artificial puede hacer una gran diferencia. Una buena charla con ChatGPT sobre algún destino podría ayudar a los clientes de mi prima a especificar sus necesidades de viaje mediante preguntas claras, detalladas y guiadas.

La IA no se impacienta. La puedes usar como facilitador para cualquier proyecto. 

Hace unas semanas, desarrollé una especificación de proyecto para una ampliación en mi casa. A través de la IA, me hice decenas de preguntas que me sirvieron para clarificar mis ideas y convertirlas en especificaciones.

Además, de los requerimientos de confort, fui capaz de especificar aspectos de plomería, caídas de agua, técnicas de control de temperatura, y organización del tablero eléctrico.

Así, cuando me contacté con el diseñador del espacio, el tiempo que empleamos tratando de decodificar mis necesidades fue mínimo.

Por el contrario, el diseñador me hizo más preguntas, que detallaron aún más mi proyecto. Nos ahorramos tiempo los dos. 

La inteligencia artificial tiene la capacidad de actuar como un espejo para nuestras ideas, ayudándonos a reflexionar y a comunicar mejor nuestras expectativas. Al final del día, la IA no nos reemplaza, sino que nos complementa.

Es así cómo podemos alcanzar un nivel de claridad y precisión mucho más rápido que con las formas de interacción humana tradicionales.

Más rápidos, con menos interacciones y, por lo tanto, con un consumo menor de recursos. Cuéntame tu experiencia en un correo electrónico a lindseyluis@icloud.com.

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