La cerveza Corona, una de las joyas de la industria cervecera mexicana, ha logrado alcanzar un estatus icónico en todo el mundo.
Aunque su posición en términos absolutos de valor puede ser objeto de debate, su presencia global y su influencia en la cultura cervecera son innegables, recientemente volvió a posicionarse como la cerveza más valiosa del mundo.
Sobre la cerveza Corona
Con una distribución que abarca más de 180 países, Corona se destaca como una de las cervezas mexicanas más exportadas. Su presencia en diversos rincones del mundo ha contribuido a su fama y reconocimiento, convirtiéndola en una opción popular tanto entre locales como entre turistas.
Una de las claves de su éxito radica en su imagen y estrategias de marketing. Corona ha sabido capitalizar su asociación con playas paradisíacas y un estilo de vida relajado.
Si bien los datos financieros específicos pueden no estar disponibles, Corona forma parte del conglomerado cervecero Grupo Modelo, el cual es propiedad de Anheuser-Busch InBev, una de las empresas más importantes en el mercado de bebidas alcohólicas a nivel mundial. Esta asociación proporciona una sólida base financiera y respaldo para la marca.
Sus orígenes
Desde sus humildes comienzos en 1925, Grupo Modelo ha dejado una huella indeleble en la industria cervecera. Fundado por 25 inmigrantes españoles, incluidos visionarios como Braulio Iriarte y Martín Oyamburu, la empresa rápidamente se convirtió en un símbolo de calidad y excelencia.
Un hito significativo en su trayectoria fue el nacimiento de Corona en 1926, apenas un mes después de que viera la luz Cerveza Modelo. Para 1928, la demanda había crecido exponencialmente, con la venta de 8 millones de botellas.
La icónica imagen de Corona, tanto su logo como su nombre, se dice que están inspirados en la majestuosa corona que adorna la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Puerto Vallarta.
