Te compartimos la columna de Rita Fishburn de nuestra edición de abril 2024. Esta y sus demás columnas las puedes encontrar dando click aquí.
En la actualidad, nos quejamos continuamente de la falta de valores universales, ética laboral, salud mental, abuso de sustancias, cambio climático, aumento del crimen, etc. ¿Qué estamos haciendo para prevenir estos problemas? ¿Quién está a cargo de criar al futuro de México?
Todas las personas en la vida de un niño (familia, escuela, comunidad) son como andamios que apoyan la construcción de la persona en proceso (L. Vygotsky). Cuando el niño ya aprendió una destreza, ese “andamio” se quita, o sea que ya no es necesario que esté el adulto para que lo haga.
Como tutores, debemos trabajar conjuntamente, entrelazando los andamios y brindando cimientos, una base segura de valores, para que sepan que son amados incondicionalmente y así desarrollen la necesidad de buscar apoyo cuando lo necesiten (J. Bowlby).
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¿Qué significa ser persona? La palabra tiene su origen en el latín, personare, que significa sonar por sí sola. ¿No es eso lo que todos queremos de nuestros hijos, que algún día sean adultos responsables y capaces de enfrentar la vida por sí mismos? En mi experiencia, todos los padres desean lo mejor para sus niños, pero me preguntan:
“¿Cómo logro hacerlo? No es tan fácil como imaginaba, solo pensaba hacer lo que me gustó de mi propia crianza y no hacer lo que no me gustó”, pero no es tan sencillo.
Estamos tan invadidos de literatura y consejos sobre la crianza de niños que hemos perdido nuestro sentido común y nuestra intuición basada en el amor. Todos participamos en la vida diaria de un niño; somos parte de la aldea que los cría y ellos siempre serán el único futuro que tiene la raza humana, son el recurso natural más importante del mundo.
La antropóloga Sarah Hrdy, en su libro “Mother and Others“, sostiene que en los poblados forrajeros donde había una alta incidencia de mortalidad infantil, la ayuda de los familiares en la crianza de los niños era indispensable para su supervivencia. El hombre buscaba en una mujer no solo porque fuera guapa, sino por cuántos apoyos tenía (mamá o hermanas) para ayudarla a criar a sus hijos.
Entonces, como adultos de la aldea, ¿cómo podremos apoyar óptimamente a los pequeños en desarrollo? Aquí algunas sugerencias:
● Valorar y comprender la importancia de nuestro rol en la vida del niño.
● Contar con adultos competentes y cariñosos, al menos uno, que estén pendientes de él/ella.
● Horarios laborales flexibles o de medio tiempo para el cuidador.
● Guarderías y escuelas con personas calificadas cerca del lugar de trabajo.
● Valorar el trabajo del cuidador que se queda en casa atendiendo al niño.
● Salud pública: monitorear la salud física y mental de los niños de alto riesgo de 0 a 18 años.
● Espacios donde puedan recibir apoyo académico y de esparcimiento después de la escuela, para que no estén solos en casa o en las calles.
Para que los pequeños que estamos formando estén en equilibrio, recomiendo tener espacios periódicos con ellos para hablar sobre lo que desean hacer en los cuatro cuadrantes de su vida: físico (deporte), intelectual (lectura), espiritual (iglesia, meditación) y socio-emocional (actividades de vínculo con otros) (S. Covey). La mejor manera para que aprendan este equilibrio es con nuestro ejemplo.
¿Cómo te evalúas? Una persona es una persona a causa de otras personas; aprendemos a ser seres humanos por otros seres humanos.
“Estamos hechos para la interdependencia”.
Desmond Tutu.