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noviembre 26, 2024

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Kiva, unión que fortalece

Siete amigos empresarios han unido esfuerzos por generar un legado que permanezca en los negocios de Guadalajara, Querétaro y Estados Unidos.

Por

KIVA

En japonés ki significa energía. En chino se le dice chi, y en India el concepto es prana, palabras que remiten a algo poderoso. Si a este vocablo se le agrega Va, que da la idea de ir hacia adelante, tenemos la principal característica de Kiva, una empresa que mira hacia el futuro sin miedo y con firmeza.

Así es como Jaime Flores, director general, explica que nació la palabra Kiva, la que da nombre a un consorcio empresarial dedicado a las inversiones, y que se dedica a construir y manejar desarrollos comerciales, de usos mixtos e industriales que ha sobresalido en el último año en Guadalajara.

“Me parece que tiene mucha fuerza e incluye el elemento cultural ‘va’. Busqué el significado de ‘kiva’, quería saber qué significaba ‘kiva’, y encontré que en algunas culturas indígenas acostumbraban hacer una especie de círculo, ahí en sus comunidades, y se metían para dialogar de diversos temas de interés comunitario. Entonces pensé: “Esto también es positivo, porque nosotros, justamente, vamos a conversar y ponernos de acuerdo”. Eso es lo que significa ‘kiva’, y creo que todo coincidió”, mencionó Flores.

Detrás de esta palabra poderosa se encuentran, además de Flores, otros seis empresarios que, desde su particular trinchera, trabajan para dejar algo muy poderoso, un legado.

Flores, junto con Fernando Amescua, Yamil Pérez Ávila, Diego Igareda Diez de Sollano, Alfonso González Castiello, Franco Guerra Baruqui y José Luis Cadena González forman el consejo directivo de Kiva, un consorcio de inversión con 11 años de existencia.  

¿Cómo nació Kiva?

Para hablar del éxito de Kiva tenemos que remontarnos, como en todo, al principio. Es entonces cuando aparecen Amescua y Pérez Ávila, dos amigos que se reunieron para crear una empresa.

“Fernando y yo empezamos con una desarrolladora de vivienda en el 2003, más o menos, y en 2009 vino la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Obviamente esa crisis pegó también de rebote de una forma agresiva aquí en México, así que empezamos a buscar nuevos horizontes para seguir en el rubro inmobiliario. Ya teníamos un grupo de inversionistas que le entraba a las casas, y queríamos seguir en el medio inmobiliario, pero no en el de vivienda, en el que dependíamos de créditos hipotecarios para el cobro final del inmueble”, comparte Pérez Ávila.

“Entonces se nos ocurrió la gran idea de empezar con el rubro comercial. Teníamos la gran ventaja de conocer a Jaime, porque él trabajaba como director comercial de Grupo GIG, que es una de las desarrolladoras más grandes de Jalisco y tal vez de México, así que negociamos un terreno con él y ahí empezamos el proyecto comercial”.

Esa primera inversión se tradujo en la plaza comercial de La Rioja, en López Mateos Sur, un espacio comercial con cerca de 8 mil metros cuadrados que se convirtió en referencia de la zona y que hizo a estos dos socios seguir adelante, ahora con aliados.

Plaza comercial La Rioja

“Teníamos una relación de muchos años con Jaime, una relación de negocios, y cuando él sale de GIG ya habíamos empezado este proyecto, así que lo invitamos a ser socio; así fue como se unió”, dice Pérez Ávila.

El proyecto comercial evolucionó, y en 2015 este grupo de socios dejó de desarrollar vivienda para enfocarse 100 por ciento a lo comercial. A medida que el proyecto crecía se llegó a la necesidad de contar con otras áreas cubiertas, como la jurídica, y es entonces cuando se integra Igareda Diez de Sollano.

“Lo importante de entender es que Kiva no es una empresa familiar, es una empresa de profesionales. El equipo es lo que nos hace, somos una sociedad de profesionales. Nunca fue una visión de ‘Ah, somos cuates, vamos haciendo algo’. Siempre fue una visión de cómo podemos ir alimentando el equipo, en dónde somos débiles, qué nos hace falta”, considera Amescua.

Si bien, Igareda Diez de Sollano ingresó de inicio al área jurídica de Kiva, actualmente su labor está más enfocada en las operaciones del grupo.

“Mi caso es sui géneris, porque cuando empezamos este proyecto, a finales de 2011, nos juntamos cinco amigos. Dos de ellos ya no están en el grupo, y yo abonaba, digamos, en la parte legal y fiscal, que era mi área de expertise, y sigue siendo, de alguna forma. Me involucré en lo que podría ser la incipiente dirección jurídica de Kiva”, menciona Igareda Diez de Sollano.
“Con el paso del tiempo dejé esa posición. Desde hace como siete u ocho años está al frente otra persona en la dirección jurídica con todo el equipo, y yo lo que hago es ser parte del corporativo. Me toca involucrarme como consejero operativo en las distintas empresas que forman parte del grupo, abonando en lo que conozco, que puede ser desde el armado y planeación de estructuras o vehículos para inversión con socios aportantes, nuevos proyectos”.

El consejo va tomando forma

De esta forma, con Amescua, Pérez Ávila, Flores e Igareda Diez de Sollano, la compañía va evolucionando, pero se suman más elementos que la han hecho fuerte. Gracias a eso han logrado cumplir 11 años a la vanguardia en inversiones inmobiliarias.

“La verdad es que no era muy bueno como operador y necesitábamos a alguien que nos fortaleciera en ese sentido. Obviamente con Franco (Guerra Baruqui), a él sí lo conocía yo desde hace muchos años, era inversionista nuestro, estaba cercano al grupo, arrancamos la inmobiliaria, teníamos la parte comercial adentro de la empresa a donde jalamos a José Luis Cadena a dirigir esa área porque él tenía mucha experiencia en empresas transnacionales muy grandes y se decide hacer una fusión en donde ya entran los dos de socios con una empresa comercializadora del grupo.

“Y al mismo tiempo empezamos también a buscar un tema de administración de los inmuebles en donde Poncho (González Castiello) ya tenía una empresa que se dedicaba a eso. Empezamos a trabajar primero con Poncho como contratista, a él lo contratábamos para que administrara los inmuebles y después dijimos ‘oye, ¿por qué no hacemos una sinergia y hacemos una empresa del grupo Kiva en donde nos asociemos. Nada fue casualidad, todo se dio por algo y se dio principalmente por buscar ir fortaleciendo ese equipo de gente y nos sentimos muy respaldados por nuestros socios, creo que es la principal fortaleza que tenemos hoy en Kiva”, comenta Amescua.

Una de las principales características de las que se encuentran orgullosos de Kiva es del trato humano hacia los clientes, cuyas inversiones son mimadas por parte del consejo.

“Nuestro modelo está diseñado para generar esos lazos, tener una constante interacción y eso ha sido de las cosas que más disfrutamos, porque a diferencia de otros giros, que haces una operación y ya no te vuelven a ver, aquí no, aquí estamos previendo no nada más vernos con ellos, sino que a lo mejor nuestros hijos se vean con sus hijos porque es la naturaleza de las inversiones que hacen con nosotros”, explicó Guerra Baruqui, quien antes de unirse al consejo de Kiva era empresario dedicado al tema de la vivienda.

Pero Kiva no sólo se enfoca en la adquisición y administración de inversiones inmuebles, sino que también tienen un amplio compromiso social que reflejan en escuelas y asociaciones.

“Aquí creemos mucho en los aspectos sociales, entonces como socios, como grupo, apoyamos distintas causas sociales, desde hace muchos años, especialmente una como grupo, que se llama Donari y las escuelas ECCO (Escuelas Comunitarias de Capacitación de Oficios) y bueno, esa es otra parte, la social, la que toca los valores y demás”, menciona Igareda Diez de Sollano.

Hacia dónde se dirige Kiva

Con desarrollos comerciales, mixtos e industriales en Guadalajara, Querétaro y Estados Unidos, este grupo de socios no se conforma y tienen objetivos muy claros para el futuro.

“Vemos a Kiva expandiéndose en negocios que sean sinérgicos, que estén relacionados con lo que hacemos, siempre ligado al tema inmobiliario, comercial, industrial, de usos mixtos, productivo expandiendo nuestras fronteras a otros países, definitivamente la experiencia en Estados Unidos ha sido extraordinaria, queremos voltear hacia Europa también y en los siguientes 10 años seguramente iremos conformando un portafolio, tanto de activos que adquiramos como algunos que sigamos desarrollando para atender a esta comunidad de inversionistas que hemos ido formando”, explica Guerra Baruqui, quien es el socio encargado del área comercial.

“Creemos que vamos a expandirnos fuertemente tanto en el desarrollo como en la administración y adquisición de inmuebles productivos y probablemente estaremos creciendo 4-5x en los siguientes 10 años, es lo que prevemos”.

¿Qué es un legado?

Como parte de su misión, Kiva le da importancia mayúscula a este concepto, pero ¿qué es lo que ha derivado en esta idea? Esto es lo que piensan los socios sobre él.

“Es, probablemente, lo más valioso que puedes dejar en este mundo en todos los sentidos”

Diego Igareda Diez de Sollano – Consejero operativo

“Es algo que trasciende, es algo que tú puedas llegar, sentirte orgulloso de haberlo hecho, de haberlo seguido, de haberlo transmitido a la gente que más quieres”.

Alfonso González Castiello – Asesor en tema comercial e inversión

“Implica la parte patrimonial de qué es lo que dejamos para los que siguen después de nosotros, pero va más allá del tema material”.

Franco Guerra Baruqui – Socio responsable del área comercial

“Es un impacto que trasciende generaciones”

José Luis Cadena González – Socio del área comercial

“Es lo que piensas, lo que dices, lo que haces en el presente que va a impactar en el futuro”

Jaime Flores – Director general

“Es tu sello que dejas en el mundo, que son tus acciones”.

Fernando Amescua – Socio fundador

“Es cómo te van a recordar todas aquellas personas a las que impactaste”.

Yamil Pérez Ávila – Socio fundador y director de inversiones

Datos

Kiva se especializa en proyectos comerciales, mixtos e industriales generando lo siguiente:

  • Más de un millón de m2 construidos
  • Más de 30 proyectos creados
  • Más de mil inversionistas
  • Más de 70 mil m2 rentados anualmente
  • Más de 30 propiedades administradas
  • Más de 28 mil empleos generados
  • Más de 10 años en el mercado

Fotos: Michelle Freyría Locación: Kiva

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