Aunque sea cansado ser “chofer” de hijos o nietos, es una gran oportunidad. Al recogerlos de la escuela es cuando tienen más ganas de compartir cómo les fue y ahí es cuando podemos tomar ventaja para que sea un momento de confianza y enseñanza.
Comunicación
Tendemos a hacer preguntas muy básicas y directas como: “¿Cómo te fue hoy en la escuela?”, a lo cual contestan: “bien”, y se acabó la conversación. Es mejor hacer preguntas que generen respuestas informativas, usando frases como: “Wow, ¡qué interesante!”, “Dime más”, “¡Qué padre!”, “Suena como que eso te causó frustración”, “¿Qué fue lo que más te gustó hoy?”. Es importante poner atención en que sea un mayor porcentaje de enunciados positivos que negativos, correctivos o directivos. Si en ese momento no puedes platicar, es recomendable decir: “Es importante para mí lo que me quieres compartir, un poco más tarde te pongo atención, pues hay mucho tráfico ahorita”. También, como no hay contacto visual, es posible utilizar este tiempo para platicar de cosas más sensibles, que les da pena hablar frente a frente.
Una investigación realizada para ver de qué hablan más los niños al salir de la escuela arrojó que estos suelen platicar más sobre los aspectos negativos de su día, con la intención de recibir la asesoría de los mayores en caso de que la situación se presente de nuevo. También desveló información interesante al dar a conocer que si el cuidador pregunta más acerca de las emociones de las personas involucradas, el niño tiende a desarrollar más inteligencia socioemocional y mayores destrezas para resolver problemas.
Cultura y conocimientos
Otra ventaja que se le puede sacar al tiempo en el coche es aprovecharlo para enriquecer sus conocimientos. Para reforzar un idioma, por ejemplo, se pueden poner canciones y cuentos; también pueden jugar a memorizar poemas, hacer concursos para reforzar conocimientos, practicar las tablas, hacer juegos como “¿qué palabra rima con…?”. Para los niños en edad preescolar, buscar y contar en el camino objetos de ciertos colores o letreros que empiezan con tal letra también puede ser un ejercicio enriquecedor.
Apego
Cuando fui directora del Olson Bridge Academy en Los Cabos, me tocaba recibir a los niños todos los días y siempre ponía atención a cómo llegaban a la escuela. Si era frecuente que un pequeño entrara cabizbajo, preguntaba a los papás qué hacían comúnmente antes de llegar y me contestaban: “Le digo que le eche ganas, que se porte bien, que aproveche bien la escuela cara”. Me acuerdo muy bien de una niña que siempre llegaba feliz y así permanecía durante el día. Le pregunté sobre la dinámica que tenían en el carro. Ella me dijo que contaban chistes, inventaban adivinanzas, cantaban y siempre reían mucho juntos. Su respuesta me hizo pensar en los recuerdos que tengo con mis hijos cantando juntos en el auto, tratando de cantar en armonía (varias voces) y todavía lo hacemos de vez en cuando, pues es otra de las cosas que nos une.
Valores
También es una oportunidad para enseñarles nuestros valores de compasión y tolerancia. Hay estudios que demuestran que cuando estamos detrás del volante nos comportamos de manera diferente que si vamos caminando topándonos con las personas, porque ahí las tratamos con más respeto que cuando vamos en el coche.
Modelemos una manera respetuosa y bondadosa al tratar al otro, aunque vaya en vehículo, pues son los pequeños los principales testigos de nuestras conductas.