Iván Gutiérrez Leal
Director general de Caltic Consultores
La capacidad, en otras palabras, se refiere a las habilidades desarrolladas que tiene una persona, es decir que puede hacer. El primer punto a señalar es el corazón de este tema: no porque una persona no pueda hacer algo en este momento específico, significa que no es capaz. Sí, suena un poco contradictorio, pero los humanos tenemos la gran fortuna de aprender. Lo importante a analizar en un colaborador es si tiene el potencial y la actitud correcta para invertir en su desarrollo y ayudarle a trabajar en sus áreas de oportunidad. Una vez definido esto, se debe de trazar un plan de cómo desarrollarlo. Pero, ¿cómo saber qué habilidades son las que debes desarrollar en ti o en tus colaboradores? Hay dos pasos para responder esta pregunta:
1. Definición de perfil y descripción del puesto
Un elemento principal de la descripción del puesto es la sección donde se enlistan las principales funciones y responsabilidades. Con esta información se pueden determinar las habilidades y conocimientos necesarios para ejecutar cada función, y en qué nivel se deben poseer.
2. Apego al perfil de la persona
Se debe evaluar si la persona posee esas habilidades y en qué porcentaje. La evaluación consiste en diferentes elementos:
• La evaluación psicométrica de la persona; la batería de pruebas aplicadas debe concordar con las necesidades del perfil.
• El análisis de su experiencia y conocimientos.
• Evaluación 360°, donde él mismo, compañeros, jefe directo y subordinados lo evalúan para obtener una calificación en cada habilidad.
• Revisión de resultados e indicadores, determinando cuáles han sido sus logros y acciones en un periodo de tiempo.
Esta información nos sirve para determinar cuáles son las áreas de oportunidad del colaborador y, en conjunto, definir un plan de acción para mejorar/desarrollarlas.
Se debe considerar que hay habilidades básicas que debe poseer cualquier colaborador que esté dentro de la empresa. Por ejemplo, la habilidad de autoaprendizaje, lo cual ayudará a que su desarrollo no solamente dependa de la empresa.
Existen cuatro habilidades necesarias para puestos de supervisión. No importa en qué área se encuentre el colaborador, si está en un puesto de liderazgo y cuenta con gente a su cargo, las debe dominar:
• Pensamiento estratégico
• Análisis y solución de problemas
• Administración de proyectos
• Comunicación efectiva
Si cuenta con esta base de habilidades, sumado a los conocimientos y experiencia del colaborador, se puede casi asegurar que contamos con una persona que se convertirá en un elemento de alto desempeño, y es y será muy capaz de realizar sus funciones.