Por: Adrián Fernando González Zambrano, Director General del Campus Saltillo del Tecnológico de Monterrey
La definición de un futuro académico enfocado en las carreras que serán de mayor interés es más complejo de lo que parece. En momentos existe una desconexión entre lo que la industria pide como talento y lo que las nuevas generaciones buscan como posibilidad profesional en el futuro.
Desde mi punto de vista, la clave está en entender el proceso de selección y reafirmación de una carrera profesional que pueda dar un panorama completo de lo que está pasando en la industria en balance con los intereses de la nueva generación, y con ello, diseñar experiencias basadas en las necesidades e intereses del alumnado.
El mundo cambia todos los días y es por ello que la educación debe evolucionar a ser menos reactiva y volverse más preventiva. Se debe saber hacer, prever, reaccionar y mejorar ante entornos cambiantes para poder ser efectivo en su desarrollo en ambientes inciertos.
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Hoy, se visualizan evoluciones interesantes en el país siguiendo la teoría del “nearshoring” donde se consolidarán áreas de especialidad como ambientes eléctricos e híbridos, así como retos interesantes, como la gestión de equipos multiculturales y la optimización de cadenas de suministro globales aprovechando acuerdos actualizados de fomento al comercio exterior.
Sin embargo, los cambios no dejarán de darse y seguiremos evolucionando según nuevas realidades y retos.
Es por ello, que desde el punto de vista de educación, se debe enfatizar la posibilidad de personalizar experiencias a través de especialidades, estancias profesionales, programas internacionales y micro credenciales.
Con lo anterior podremos reaccionar de forma óptima a los cambios y permitiremos que cada alumno pueda diseñar su experiencia alineada con sus intereses, las necesidades de la industria y la oferta del Tecnológico de Monterrey.
Reflexionar antes de elegir
Durante el proceso de selección de una carrera a estudiar, cada persona debe reflexionar sobre ciertos elementos de sus intereses, sus habilidades y el contexto de lo que está pasando a su alrededor.
Esta reflexión puede darse desde diferentes perspectivas y utilizando metodologías varias, la que más me hace sentido es el concepto japonés del IKIGAI; La idea detrás de este modelo tiene que ver con la selección de una actividad profesional y la carrera correspondiente.
La teoría indica que para lograr la plenitud como persona, debes reflexionar sobre cuatro elementos: en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita, por lo que puedes recibir una remuneración económica y lo que amas hacer.
Lo anterior reúne los conceptos de misión, vocación, profesión y pasión como ejes para la realización personal. El verdadero cumplimiento del IKIGAI se logra cuando encuentras una actividad que idealmente reúne estos cuatro elementos.
Al considerar que carrera es la mejor para el futuro, cada joven debe tomarse el tiempo de reflexionar e investigar para elegir aquella que lo acerque más a ese futuro deseado y planteado en el modelo anterior.
En mi opinión, la mejor carrera es la que la persona elige para sí misma con una perspectiva consciente y aterrizada de lo que podrá lograr en un futuro para sí mismo y para el mundo a través de ella.
