Este 08 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. No es una celebración: es un llamado exhaustivo a proteger los derechos humanos de las mujeres, eliminar la discriminación en contra de ellas en la esfera pública y privada, incluido el ámbito familiar, y alcanzar una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, tanto en las leyes como en la vida real. Sin embargo, la búsqueda de esta igualdad está ocasionando en las mujeres graves problemas de salud y altos niveles de estrés.
De acuerdo a un estudio publicado en “The Journal of Brain & Behavior” las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer estrés y ansiedad graves que los hombres y, según la Clínica Mayo, el estrés emocional, como la ira extrema, puede aumentar el riesgo de tener un ataque cardíaco, y el estrés afecta al corazón de las mujeres más que al de los hombres.
El motivo por el cual las mujeres suelen padecer altos niveles de estrés es bastante claro y se ha mencionado con insistencia en la literatura especializada: Las mujeres hacen más trabajo en casa que los hombres.
De hecho, la ONU reportó que las mujeres hacen casi el triple del trabajo doméstico no remunerado que el que llevan a cabo los hombres. Y aunque hombre y mujeres sienten la misma presión en lo que respecta a cumplir con responsabilidades en el trabajo y en el hogar, hoy quiero referirme puntualmente a dos ejemplos que, aunque quizá no tienen una validez estadística para considerarlo una tendencia, son los casos de dos mujeres que están siendo más efectivas al momento de cuidarse y poner límites, y de los cuales vale la pena aprender en este mes de marzo que se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
1. JACINDA ARDERN. La ahora ex primera ministra de Nueva Zelanda, anunció por sorpresa en enero que dejará su cargo durante el mes de febrero. El motivo que expuso Ardern, de 42 años, fue claro y contundente: “Ya no tengo suficiente (gasolina) en el tanque”. Los casi 6 “desafiantes” años en el cargo le habían pasado factura.
La política, que se convirtió en la jefa de gobierno más joven del mundo cuando fue elegida primera ministra en 2017 a los 37 años, apuntó visiblemente emocionada al hacer pública su renuncia que un líder siempre debe saber el momento correcto de irse: “espero dejar a los neozelandeses con la convicción de que se puede ser amable, pero fuerte; empático, pero decidido; optimista, pero centrado… de que puedes ser tu propio tipo de líder, uno que sabe cuándo ha llegado el momento de irse… Estaría perjudicando a Nueva Zelanda si continuara”
2. MADELINE MCINTOSH. Considerada una de las figuras más poderosas de la industria editorial estadounidense, renunció a finales de diciembre a su cargo como Directora General de Penguin Random House, la editorial de libros más grande en los Estados Unidos. ¿Cuál fue el motivo de la renuncia de una exitosa mujer que hubiera podido permanecer al frente de una de las editoriales más importantes del mundo? Una declaración de brutal honestidad que ya quisiéramos ver en uno que otro director general: “No considero que los directores generales deban quedarse en sus puestos para siempre.
Las nuevas perspectivas pueden ser increíblemente saludables y útiles para las organizaciones, por lo que creo que no sólo es la mejor decisión para mí, sino también para Penguin Random House. Aunque sé que seguiremos prosperando juntos conmigo aquí, también creo que es bueno aceptar el cambio”.
En un mundo de hombres (políticos, líderes y empresarios) que se aferran con fiereza y egoísmo a sus cargos, aún y en contra de su salud y del mejor beneficio para sus organizaciones o países, encontrar ejemplos como los de Ardern y McIntosh son muestra de todo lo que nos falta aprender acerca de cuidado propio e igualdad sustantiva: hay que saber cuándo ha llegado el momento de irse y aprender a aceptar el cambio.
Epílogo.- No es una celebración, es una conmemoración para crear conciencia; como muestra, un botón: para 2050, el 75% de los trabajos estará relacionado con las áreas STEM (acrónimo en inglés que hace referencia a áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas); pero apenas un 25% de quienes eligen grados STEAM son mujeres, a pesar de que objetivamente suelen tener calificaciones superiores que los hombres (ONU Mujeres).
Por Rogelio Segovia
Socio Fundador De Think Talent