La tradición familiar y la vocación son dos elementos que se conjugan en la vida de Mónica Díaz de Zambrano, Presidenta del Comité de Damas de la Cruz Roja en Monterrey, quien comparte cómo nació su amor y compromiso por la Cruz Roja, al igual que la convicción de querer ayudar a los demás a través de esta organización cuya misión es salvar vidas.
Cuando tenía alrededor de 23 o 25 años, Díaz de Zambrano fue invitada al Grupo de Damas de la Cruz Roja para impartir cursos de primeros auxilios en los ejidos cercanos a la zona metropolitana de Monterrey. Poco a poco su involucramiento le fue dando más notoriedad dentro de la asociación.
“Hace dos años es cuando me invitan las expresidentas a participar como presidenta del Comité de Damas”, comenta Mónica. “Es un orgullo para mí poder apoyar y regresar un poquito de todo lo que me ha dado Cruz Roja”. Sin duda, esto va de la mano con la educación que ella recibió en casa, cuando sus papás le inculcaron más allá de su entorno inmediato la importancia de preocuparse por el prójimo.
La misión principal del Comité de Damas de la Cruz Roja es organizar actividades de labor social y recaudar fondos. Para esto último, se llevan a cabo cinco grandes eventos al año: lotería, colecta, un torneo de golf, una cena de gala y una exposición con cuadros y artesanías. De igual forma, también hay negocios que se suman a la causa en determinado momento del año para donar un porcentaje de sus ganancias.
No se puede dejar de lado la importancia que tiene la Cruz Roja en nuestras vidas, porque si una persona tiene un accidente de menor o mayor riesgo, quien la va apoyar será una ambulancia que pertenece a esta organización.
“Nosotros a la hora de dar servicio social ganamos más de lo que ofrecemos”.
UN AÑO DECISIVO
Una ciudad como Monterrey, con poco más de cinco millones de habitantes, requiere de al menos 200 ambulancias activas; sin embargo, por el momento, la organización cuenta con 60 de las cuales solo 25 se encuentran en excelentes condiciones.
Por lo anterior, la meta para este 2022 es adquirir nuevas unidades y darles mantenimiento a las actuales. Sin embargo, es importante ser conscientes de que cada una cuesta un millón y medio de pesos, dado que tienen que ser de la marca Mercedes Benz porque son las únicas que cumplen con los estándares de seguridad para proteger tanto a los paramédicos como a los pacientes que son trasladados a los hospitales en caso de incidentes.
La pandemia nos vino a dejar claro que en cualquier momento se puede presentar una situación de riesgo. No se trata de esperar una guerra, pero problemas que van desde una lesión hasta un desastre natural, exigen que la Cruz Roja esté preparada con la finalidad de atender a la sociedad de manera oportuna. Es mejor conocer y apoyar a estar organización en vez de tener un accidente sin tener la certeza de que una ambulancia llegue a tiempo. Hace falta ser más conscientes.
“La Cruz Roja nos une a todos sin importar quiénes seamos, de dónde vengamos o qué hagamos”, concluye Díaz de Zambrano. “Cruz Roja somos todos”