A pesar de haber renegado sobre la integridad de Twitter en cuanto a libertad de expresión, e incluso haber insinuado que quería crear su propia versión de la red social, el magnate Elon Musk se convirtió este lunes en el mayor accionista de la compañía del pájaro azul.
Musk, fundador de compañías como SpaceX y Tesla, compró 73 millones de acciones de Twitter, lo que representa aproximadamente 9.2% de la compañía y lo convierte en el mayor accionista externo por encima de entidades como Grupo Vanguard (8.79%) o Morgan Stanley (8.76%).
Con este movimiento, Elon Musk hizo que las acciones de Twitter subieran en 26 por ciento en las operaciones previas a la comercialización.
Elon Musk ha sido una voz crítica de la estrategia de Twitter e incluso se habría burlado de los cambios recientes en la dirección de la empresa.
En días previos al anuncio de la compra de acciones, el mandamás de Tesla lanzó una provocadora encuesta sobre el respeto a la libertad de expresión en Twitter, seguido de la provocadora pregunta “¿Es necesaria una nueva red social?”.
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Momento crítico para Twitter
Hace cuatro meses, Jack Dorsey, fundador de Twitter, abandonó el cargo de CEO para otorgarle la responsabilidad a Parag Agrawal, que hasta entonces había fungido como responsable de tecnologías (CTO).
Uno de los proyectos en marcha de la nueva dirección de la red social, implica combatir la censura y el impacto del algoritmo en el sesgo informativo de los usuarios, lo que ha sido una de las principales quejas de Elon Musk.
Hasta el momento no está claro el alcance que tendrá la participación del millonario en la compañía, pero de acuerdo a un reporte de Bloomberg, el tipo de formulario utilizado para anunciar la adquisición ante los reguladores, indicaría que el inversionista no busca adquirir el control de una empresa o influir en quién la controla.