Comprometido con el crecimiento del Club Campestre Torreón, Julián Alba ha dedicado casi dos décadas de su vida a impulsar la comunidad que lo rodea y que disfruta cotidianamente de las instalaciones que lo conforman.
Como Director, Julián ha llevado transparentemente las finanzas y lo ha mantenido al nivel de los mejores del país.
En ese sentido, el Director señala que, junto con todas las tareas de administración, la clave de su trabajo radica en el respeto y atención a cada uno de los socios, así como el lograr que cada empleado realice las funciones que le corresponden.
“El principal reto es conseguir que, de una manera armoniosa, los colaboradores y empleados del club hagan sus tareas y cumplan con su responsabilidad, que los socios se sientan como en su casa y con el servicio que merecen, que las decisiones del Consejo se conviertan en acciones y, que siempre tengamos la oportunidad de ir por más”.
“Cada uno de los socios debe ser tratado como lo que es, dueño de una acción por la que tiene todo el derecho de opinar, de sugerir, de integrarse a los comités de áreas, de cuestionar las decisiones, eso es irrenunciable”.
“Lo que hemos hecho es establecer canales de comunicación que nos permitan que todo ocurra en el marco del respeto y consideraciones que nos debemos tener todos. Otro factor que se suma es la expertise ganada, por lo que hay confianza y capacidad”.
17 años
Son en total 17 años los que Julián se ha mantenido al frente del Club Campestre Torreón, tiempo en el que, con sus acciones, se ha ganado la confianza de los miembros del Consejo.
“Conservar el lugar ganado a lo largo de tantas décadas es el resultado de voluntad, conocimiento y esfuerzos”.
“Debemos reconocer en primera instancia a todos los presidentes y consejeros que el club ha tenido, sus decisiones han sido fundamentales para obtener y consolidar el liderazgo”.
“Los socios son también artífices del lugar ganado, ya que aprueban, aportan y colaboran en la concreción de los objetivos y, un tercer elemento es, sin duda, que estamos insertos en un ambiente empresarial y de negocios que exige alta competitividad”.
“Yo no sé si llamarlo virtud, pero si es una cualidad que me parece es imprescindible en todas las relaciones que los humanos sostenemos, es escuchar, pero además de trabajar por objetivos, respetar cronogramas, reconozco que siempre se pueden hacer mejor las cosas y me preparo todos los días para ello”.
“En el Club hay orden, tenemos colaboradores comprometidos y el trabajo es de todos los días. Algo que me parece importante señalar, es lo mucho que valoro y disfruto mi trabajo, soy muy afortunado”.
Golf
Dentro de su amplia preparación, Julián cuenta con capacitación en varios clubes similares, además de contar con experiencia en el ramo gastronómico y en el deportivo como golfista destacado.
“Pues sin saberlo me empecé a preparar desde el campo de golf como jugador, desde el servicio gastronómico como dueño de restaurantes, como invitado de prácticas profesionales en clubes como el Club de Golf de Monterrey, Las Misiones o Los Azulejos”.
“Desde la administración y los recursos humanos, he tenido muchas oportunidades de actualizar el conocimiento y ver los nuevos abordajes, pero la principal preparación ocurre con la experiencia de lo cotidiano”.
De su mano, el Campestre se ha mantenido en constante evolución y a la vanguardia en sus distintas áreas.
“En el Club Campestre Torreón tenemos muy claro que siempre seremos una empresa en movimiento, porque desde los consejos y sus presidentes saben que no podemos parar en el mantenimiento, la construcción, la adaptación de cada área a los sueños que cada generación tiene”.
“Esto se expresa en las áreas deportivas como las canchas de pádel, el gimnasio, la alberca techada, en las áreas de servicio como la modernización de la terraza, el restaurante y más. No solo es lo más novedoso, tiene que ser lo que funciona y nos da altura”
“La evolución se da en todos sentidos, la manera en cómo se ven las cosas, la implementación de tecnología de punta, la mejora continua que siempre redunda en crecimiento, la adecuación de los reglamentos a los tiempos que corren. Por fortuna, el Campestre Torreón evoluciona porque quiere y no solo porque el ambiente empuja ese cambio”.
2022
Para este 2022 el crecimiento no para: “tenemos claro que debemos trabajar muy duro para seguir transformando algunas áreas del club, que debemos cuidar con esmero lo que ya tenemos para que su vida útil se prolongue, y que debemos ser creativos para proponer actividades que sean valiosas y atractivas para nuestros socios”.
“Pero, sobre todo, satisfacer las expectativas de servicio y atención para nuestros socios”.
- 17 años al frente del Club Campestre Torreón
- Cuenta con experiencia y capacitación en otros clubes
- Se mantiene atento a las necesidades de los socios
- Se han realizado importantes remodelaciones
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