Hay algo que caracteriza a los emprendedores: esa inquietud por querer hacer algo, aunque no lo tengan con precisión. No permiten que se apague esa voz que les dice “¡hazlo!”, y en ocasiones lo único que necesitan es el empujón de una amistad o del próximo socio de negocio.
Tal es el caso de Ignacio Álvarez y Gerardo Acuña, cofundadores de Moneypool. No tener claro qué quieres hacer después de graduarte puede ser una gran oportunidad para crear un negocio con alto potencial de crecimiento, si sabes cómo canalizar toda esa incertidumbre hasta emprender.
Así le sucedió a Ignacio Álvarez, cofundador de Moneypool, tras titularse de Ingeniero Químico en el Tec de Monterrey. Hoy lidera un negocio que continúa creciendo con alto nivel de potencial.
Con el fin explorar, “decidí que consultoría era el mejor lugar para exponerme a diferentes industrias y áreas para conocer y después tomar una decisión sobre hacia dónde me quería enfocar más”, explica Álvarez.
Tras entrar a una consultoría boutique en Monterrey comenzó a ver proyectos en logística, finanzas y operaciones en sectores como el acero, bienes de consumo, bebidas, entre otros.
Ahí fue donde empezó a ver proyectos de evaluación y a fascinarse por el conocimiento a la hora de buscar el entendimiento de los negocios. Más adelante, Ignacio trabajaría en un fondo familiar donde se dedicaría a evaluar empresas en las cuales invertir para crecerlas.
Durante esta etapa le tocó arrancar negocios, así como arrancar una de las primeras revistas digitales en México, así como otros proyectos. Con toda esta experiencia, decide estudiar un MBA en la Universidad de Nueva York para ampliar su conocimiento en la evaluación de negocios.
Después de graduarse, trabajó en diversas empresas, incluidas multinacionales como The Coca-Cola Company, hasta llegar a IGNIA, uno de los primeros fondos de Venture Capital en México.
Una vez ahí se dedicó a buscar oportunidades de inversión en empresas ubicadas en la base de la pirámide socioeconómica. En este trayecto participó en el Consejo de dos de las primeras fintech de México.
“Aquí me doy cuenta de la necesidad de incluir tecnología en segmentos que tienen alcance, pero no habían sido modificados en tanto tiempo”, detalla Ignacio.
“Así surge la idea de Moneypool y cómo transformar la manera de interactuar con el dinero, incluso para los que tenemos acceso a cuentas bancarias y una tarjeta de crédito”.
“La clave para llegar hasta donde estamos hoy ha sido conformar el equipo indicado, empezando por el socio correcto, ya que ayuda mejorar los resultados, la forma de analizar los problemas, lo que ayuda a crear un ambiente para atraer al talento adecuado”. – Ignacio Álvarez, CEO de Moneypool
Durante su participación en IGNIA, le platica su idea a uno de los analistas del fondo de capital y comenzaron a trabajar en el proyecto durante los fines de semana. A medida que fue creciendo, sumaron a un director de tecnología para darle más forma al emprendimiento y dedicarse de tiempo completo.
De esta forma se ha conformado un equipo que se complementa entre sí y que tiene clara la misión y visión de hacia dónde va la empresa.
Claridad en el destino trazado
“En los próximos cinco años Moneypool va a ser la red de distribución de productos financieros más grande de México”, comenta Ignacio. “Hoy estamos empezando con la distribución del producto financiero más común y fácil de entender que es el dinero, pero a futuro vemos que se van a poder distribuir seguros, inversiones, créditos y no solamente el envío, sino la construcción del producto basado en las necesidades sociales y la vida cotidiana”.
El recorrido con Moneypool le ha generado a Ignacio y sus socios aprendizajes en diferentes áreas. Las claves para superar los desafíos han sido la comunicación constante la confianza, el respeto y el rodearse de gente a la cual se le valora su opinión. “Hay que ser eficientes y de tratar que entre tantas manos no se generen errores, desde trabajar en equipo, logrando convencer a la gente de que trabaje contigo, que se quede y esté contenta”, explica Gerardo Acuña, Director de Tecnología.
“Fuera de esto, el producto es lo más difícil, ya que es complicado que a las personas les guste lo que ofreces”. Un aspecto fundamental que se refleja en la conjugación correcta de los miembros del equipo es el logro de resultados concretos.
Es importante tener en cuenta que la primera solución nunca va a ser la definitiva, por lo que hay que saber escuchar el mercado y experimentar constantemente. Por lo tanto, como emprendedor siempre busca alternativas para salir adelante.
“Si vamos a hacer algo, hay que entender por qué se está haciendo y cuáles son las métricas que nos van a decir si vamos por el camino correcto y buscar que el trabajo hable por sí mismo”. – Gerardo Acuña, CTO de Moneypool