Arrancamos la penúltima semana de julio con una noticia social originada del otro lado de charco, y no se trata del royal baby, si no las nupcias de la raptora francesa con uno de sus activistas ¿quién dijo que los cuentos de hadas solo nacen en la fábrica de Walt Disney?
Recordará que Florence Cassez fue la dama francesa, acusada de ser la autora intelectual de varios raptos perpetuados por la banda Los Zodiaco, aquella por la que Nicolás Sarkozy vino a México a pedir que cumpliera sus 60 años de condena en su país natal. Bueno, pues la hija pródiga de Lille se casó con un hombre de origen franco-mexicano al norte de Francia por la vía civil y religiosa ¡nadie sabe para quien trabaja!
Después de vivir un tórrido romance con Israel Vallarta, presunto líder de Los Zodiaco, Cassez encontró a su príncipe azul con un connacional que luchó para que la liberaran. Lo único que nos falta, es que esa novela se reproduzca en la televisión, casualmente, con la empresa que mas difusión le dio al supuesto montaje al que le debe su fama.
¿Se imaginan la historia? Viaja al otro lado del mundo para buscar el rumbo de su vida, se emplea de hostess en un hotel de fama internacional, se relaciona sentimentalmente con un divorciado de estatus humilde, el cual resulta un secuestrador que la embrolla en el negocio, la detienen y después de estar encerrada cerca de seis años, tienes la dicha de que quien la aprehendió, cometió el pecado de ego y se lució con tu detención. Siete años y medio después, en su país natal contrae nupcias con quien siempre creyó en ella y luchó por su liberación; me faltaron las palomitas, para acompañar. Ni la trilogía de las Marías tiene tanto dramatismo, sentimiento y suspenso.
Pero no olvidemos a las victimas, aquí si tienen espacio, no como en la primera versión. Hagamos un ejercicio de empatía: si usted fuera Cristina Ríos Valladares ¿cómo se sentiría? Imagine que estuvo secuestrada, fue violada, maltratada y en todo momento estuvo acompañada de su hijo menor de edad ¿sería tan feliz como Cassez?
Es por eso que me atrevo a decirle que Florence vive en un cuento de hadas, nada más que en esta historia, la bruja fue ella.
