Todos tenemos un grado de indecisión, algunos más que otros. Pondré un ejemplo que puede ilustrar un alto grado de indecisión:
– Amor (refiriéndose a la esposa o esposo), ¿me gusta la ensalada con este aderezo?”
Ahora describo uno que no es tan alto:
El tipo va a la cocina a tomar agua fría del refrigerador, y termina comiendo un pequeño buffet.
Tenemos una facilidad de inclinarnos hacia la indecisión, tanto que la podemos confundir con baja motivación, falta de enfoque, cansancio y un sin número de situaciones diarias. La indecisión es algo aprendido de la manera más sutil, desde niños, al educarnos y tratar de que “pensemos” y “hagamos” de la manera correcta todo, nos limitan el uso de nuestro propio pensamiento y capacidad de creación.
¿Quieres tener un menor índice de indecisión? Practica alguno de estos cuatro tips:
1. Toma más decisiones pequeñas, no las modifique y si ya tomaste ese tipo de decisión, arriesga un poco más.
2. Toma iniciativas sin pedir permiso en cosas de tu interés personal, no en todo se necesita ayuda.
3. Levántate a la hora que dices que se levantarás, pero de un solo jalón, no dudes.
4. Evita tomar segundas opiniones después de haber iniciado una acción.