Desde hace 3 años Jorge diseña bolsas y otros accesorios pintados a mano con materiales reciclados bajo la marca Danna Motola, con la idea de crear algo artístico, pero con un enfoque de uso diario.
Decidió darle el nombre de Danna Motola a su marca como un homenaje a todas las mujeres de su casa. “Yo vengo de una familia de puras mujeres, ahora sí que es un matriarcado y todas las mujeres de mi casa pues son artistas, una es pintora, otra es escultora, otra es joyera, otra es diseñadora de modas, entonces todas y cada una de ellas me ensañaron algo, entonces fue como un homenaje no ponerle mi nombre como diseñador, sino un nombre para dar homenaje y agradecimiento a todas ellas”, recuerda.
Jorge menciona que la idea de hacer accesorios pintados siempre le gustó; su primer trabajo fue a los 15 años de edad haciendo piñatas pintadas a mano para una boutique de una de sus tías.
Lo que Jorge más disfruta del trabajo es que todos los días es diferente, “siempre hay cosas nuevas que hacer, retos nuevos, la verdad me considero una persona muy creativa e imparable, porque todos los días se me ocurren cosas nuevas, productos nuevos, proyectos nuevos, entonces siempre estoy en constante renovación y creación”, explica.
El reto más grande al que se ha enfrentado es el haber tenido que lanzar una plataforma en línea, ya que antes de la pandemia tenían una boutique en Providencia y estaban enfocados en vender al público en expos, en eventos y tiendas, “creo que el mayor reto fue migrar a lo digital y que realmente funciona, que sea funcional y rentable”, explica.
En un futuro se ve mudándose a la playa, y creciendo su empresa, “me encanta Vallarta, se me hace padrísimo, pero bueno, me veo con más marcas de accesorios, creciendo y creando un grupo de accesorios, un corporativo y pues tal vez yéndome a vivir a la playa, trabajando por Internet desde allá”, concluye.
