Más de 5 mil 700 mujeres han sido beneficiadas a través de los programas de Cordem A.B.P a lo largo de dos décadas, asociación fundada por Yolanda Lozano Montfort.
Esta organización de la sociedad civil, sin fines de lucro, crea oportunidades para mujeres que carecen de apoyo económico y social, y que quieren transformar su entorno.
Aquí trabajan por el empoderamiento y superación de las mujeres, creando acceso equitativo a esquemas de aprendizaje y desarrollo personal y profesional a través de tres programas:
Programa Integral de Becas, Comunidad de Aprendizaje Cordem y Crecimiento Grupal.
A raíz de la pandemia, la asociación se transformó para ofrecer nuestros servicios con la misma calidad, ahora de manera virtual. Esto nos ha llevado a ampliar su alcance y plantearse el llegar a otros estados de la República.
“Las puertas de Cordem están abiertas para todas las personas que quieran conocer con más detalle el trabajo que realizamos y nuestros resultados para seguir sembrando semillas que germinan con mucho éxito en las beneficiarias, para nosotros educar a una mujer es educar a una familia y es cooperar a transformar nuestra sociedad”, destacó su fundadora.
¿Por qué decide iniciar con Cordem hace ya casi 20 años?
Decidí iniciar Cordem gracias a mi experiencia personal. Por diferentes motivos, inicié mis estudios de preparatoria a mis 43 años y fue para mí un gran regalo esta oportunidad. Terminada mi preparatoria, continúo con mi carrera profesional y aquí pude observar dos cosas: Primero, en lo personal, me empecé a sentir muy integrada con el mundo, muy segura, muy satisfecha y realizada. Segundo, en el entorno de mi ambiente estudiantil, me percaté de que muchas compañeras universitarias abandonaban el estudio y la pregunta era ¿qué pasa? Decidí investigar la razón de su partida, descubriendo que eran varios factores: embarazos prematuros, hogares con violencia emocional o física, había chicas con
una autoestima muy pobre y el recurso económico.
Es aquí donde hice un alto en mi vida. Observé a estas mujeres, me observé a mi misma, y me dije: “Si yo puedo, tú puedes”, y así desarrollé mi proyecto al final de mi carrera: una tesina llamada Asociación para Apoyar el Desarrollo Integral de la Mujer, que es la base fundacional de lo que es hoy Cordem.
Cabe desatacar que el lema de nuestra organización siembre ha sido “Educación y Superación”.
¿Cómo ha evolucionado a través de los años?
Cordem pasó de ser una tesina a una realidad, gracias al apoyo del rector el Ing. Juan Antonio González Aréchiga y de la Cueva, así como maestros, exalumnos y amigos. Con el impulso de todo el equipo y de nuestros primeros benefactores, la asociación se fundó el 14 de julio de 1999, siendo aprobados en el registro público de la propiedad. Asimismo, la segunda autorización para poder girar recibos deducibles fue el 18 de diciembre del año 2000.
¿Cuál ha sido el reto más grande al que se han enfrentado siendo una asociación enfocada al empoderamiento de la mujer?
Durante estos años, hemos observado un cambio en el paradigma sobre la situación de la mujer. Hace 20 años, cuando iniciamos, había poca credibilidad y apoyo al desarrollo de este objetivo. Hoy vemos que esto ha ido cambiando, y nos da oportunidad de abrir más programas para poder llevar este servicio a más mujeres sin perder la esencia de lo que es Cordem.
“En Cordem buscamos atraer a mujeres con un perfil de liderazgo, ávidas por superarse y a la vez aportar a su entorno, por lo que abrimos nuestras puertas a todas las mujeres desde nuestro compromiso con la inclusión”.
Yolanda Lozano Montfort
Cordem es una declinación de “corazón” en latín.
Asimismo, cada letra representa los siguientes puntos:
C: Crear una mejora en oportunidades, dignidad y respeto a la mujer.
O: Ofrecer apoyo con becas de estudio y bolsa de trabajo para su crecimiento educacional, cultural y económico.
R: Reconocer las potencialidades y fortaleza de cada mujer por parte de la sociedad y de ella misma.
D: Desarrollar su capacidad de aportación a la sociedad involucrándose en actividades sociales, empresariales y políticas.
E: Elegir un mejor proyecto de vida mediante una superación constante.
M: Motivar en la mujer una realización plena que le permita vivir su papel formador en la familia y en la sociedad.
