Por Roberto Solano Pérez
Analista y Estratega Bursátil de Monex Casa de Bolsa jrsolano@monex.com.mx
A inicios de 2020, China anunció el surgimiento del “coronavirus”, microorganismo que ha generado algunas muertes y la preocupación de una posible pandemia global. Tomando en cuenta el antecedente en el año 2002/2003 del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), situación que implicó cerca de 800 muertes en el mundo y una contracción económica en la región asiática, los mercados financieros evalúan escenarios sobre una posible propagación del nuevo virus, o en su caso, la contención de éste sin efectos.
Lo que es una realidad es que el turismo, el entorno de las aerolíneas y aeropuertos podrían ser los primeros en contener sus expectativas en la región, para posteriormente generar posibles estragos a nivel mundial. La actual conexión global genera sinergias en los negocios, pero en contraste, riesgos inminentes de salud al implicar conexiones entre todos los países.
En el caso de un virus, el efecto inmediato de propagación es veloz, y las consecuencias económicas se absorben a esa misma velocidad. Si bien el gobierno chino ha anunciado diversas medidas, los mercados consideran que éstas resultan insuficientes, e incluso que las cifras de contagio resultarían mayores. En la pasada crisis sanitaria, el efecto global representó un 0.1% del PIB Mundial (Hong Kong del 2.5% y China del 1.0%), mientras que la Academia Nacional de Ciencia y Medicina en Estados Unidos se estima que pandemias relacionadas al coronavirus ocasiona pérdidas por 6 billones de dólares.
Otro escenario de pandemia se vivió en 2009, cuando el virus de la Influenza H1N1 dejó 203 mil fallecidos en el mundo, generando en términos económicos un freno en diversos países (destaca México), y un grado sensible para algunas empresas del sector turístico, de hecho, es bueno recordar que los grupos aeroportuarios presentaron un ajuste en el Tráfico de Pasajeros -de 35.0% respecto al comparable del año previo.
Oficialmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado de alto riesgo al virus, y pese a la contención de China, diversos especialistas mencionan que las cifras reales de contagio y de propagación será elevado.
Bajo este contexto, los mercados han mostrado signos de preocupación, y considerando los niveles máximos en Estados Unidos y Europa, no queda descartado un ‘sell-off’ (venta de activos con mayor riesgo) durante el 2020.
El coronavirus se presenta en un escenario de menor crecimiento económico global, en un momento en donde los mercados accionarios gozaban de un optimismo ante eventuales acuerdos comerciales entre Estados Unidos y China. Será clave para los inversionistas validar la información que se vaya presentando en los próximos meses, recordando que en la última pandemia (A1N1) la estabilización con una cura ante el virus llevo aproximadamente un año, y en términos económicos, un periodo más prolongado de recuperación.