Cuando una obra civil se edifica bien, con materiales de calidad, cálculos y diseños profesionales, mano de obra experta y sobre todo administración transparente, el resultado suele verse en unas edificaciones que a pesar del paso de los años siguen como nuevas.
Tal es el caso del Hotel Calvete, Edifcio San Jorge, Fábrica El Venado, Edificio Algodonero, Casino Español, Edificio Tubería y Lámina, Edificio Cinchos y Hebillas, Gimnasio y Alberca del Colegio Americano de Torreón, Iglesia Evangélica frente a la Plaza Madero, edificio del Siglo de Torreón, además de notables residencias como las de las familias Marcos, Franco, Calvete, Alarcón y muchas más en las colonias Torreón Jardín, Los Ángeles y Las Rosas.
Refiero lo anterior al ser maginífcas obras construidas por Florentino Colores Azpeitia, quien nace el 20 de julio de 1910 en Aguascalientes, hijo de Francisco Colores y Luz Azpeitia Lozano, quien al enviudar, traslada su residencia a la ciudad de México, D.F. donde comerciaba deshilados y vendía ropa de procedencia norteamericana en la época de la Segunda Guerra Mundial.
Florentino ingresa a la Escuela de Ingenieros Constructores que luego sería el Instituto Politécnico Nacional y obtiene el título de Ingeniero Constructor. Entra a trabajar a la SCOP, Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, para hacer levantamientos en las selvas de Oaxaca y Chiapas, residiendo en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, donde conoce a quien sería su esposa, Margarita Elena Medina Castañeda, hija del cónsul honorario de México en Bélgica.
La SARH, Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos lo contrata para hacer el levantamiento del sistema de irrigación en la Comarca Lagunera en 1936, año del reparto agrario, e ingresa al Banco Ejidal junto con Esteban Jardón, Adalberto Salmón y Heriberto Ramos, hospedándose en el Hotel Colón de Morelos y Zaragoza, después cambia su residencia a Lerdo cuando decide echar raíces en La Laguna.
El matrimonio recibe a sus hijos Ada y Alma quienes nacen en el Distrito Federal, ya en La Laguna nacen Adriana, Angelina, Juan Gerardo(+), Roberto, Carlos(+) y Juan Fernando.
Asociado con Salvador Acosta abren la empresa “Constructora del Nazas”, en el segundo piso del Edificio Arocena para construir residencias diseñadas por el arquitecto Carlos Gómez Palacio. Ya independiente, cambia su empresa al edificio de Jesús Fernández Calvete que él construyó. Transforma y remodela el Teatro Princesa para convertirlo en cine mientras edificaba casas residenciales en las colonias nacientes de Torreón.
Florentino era muy respetado por su profesionalismo y seriedad en los proyectos en los que los arquitectos de esa época lo contrataban para edificarlos. Muchos edificios emblemáticos de Torreón siguen vigentes, sin perder ni desmerecer en su aspecto las inclemencias del paso del tiempo. Cada obra la realizaba con el máximo cuidado y bajo su estricta supervisión personal.
Fue socio de la YMCA a quien obsequió su trabajo en la construcción de su edificio, ahí practicaba el básquetbol. Una de sus aficiones era tocar el piano, cuando incluso animaba las películas del cine mudo de aquellos tiempos.
Gustaba mucho de la música y de la bohemia y era feliz ompartiendo en la reunión semanal con sus grandes amigos Emilio Herrera, Salvador Vizcaíno, Joaquín Sánchez Matamoros, Raymundo de la Cruz, entre otros.
Florentino, uno de los grandes ingenieros constructores laguneros, fallece en Torreón el 20 de mayo de 1994.
FUENTE: Apuntes familiares y fotografía por Juan y Roberto Colores Medina.
