Por M. Arq. José Isaac Mora García
Cada vez nos alejamos más de ser una ciudad ideal. El desarrollo de nuestra ciudad ha tenido un crecimiento constante hacia las periferias (un problema que no es exclusivo de la ZMG), y que viene marcado principalmente por una sencilla razón: entre más lejos se encuentre un terreno, más económico resulta. No es raro entonces, que los predios que se deciden desarrollar estén cada vez más alejados de la ciudad y de su centro. Los problemas con este tipo de crecimiento periférico son numerosos, desde el problema del traslado a la ciudad para los nuevos habitantes, hasta la falta de servicios en sus inmediaciones. Pero en algún momento necesitamos preguntarnos: ¿podemos seguir alejándonos indefinidamente de nuestro centro urbano? Para que esto suceda correctamente sería necesario implementar una política urbana en la que el desarrollo de vivienda esté necesariamente vinculado con el desarrollo de servicios y de transporte público. Sin embargo, esto es algo que siempre hemos escuchado y nunca ha realmente significado mucho.
Es por esto, que vamos a tener que encontrar una alternativa de desarrollo que sea benéfica tanto para la ciudad como para los nuevos habitantes. Una alternativa que en vez de generarle problemas a sus usuarios les otorgue una calidad de vida digna. Y la realidad es simple, entre más cerca estemos de nuestro centro urbano, mejor es nuestro sistema de transporte público y mayor la oferta de servicios. Así que tendremos que dejar de ver hacia fuera y volver a mirar hacia dentro. Tenemos que volver a revisar nuestra ciudad y las oportunidades que esta puede ofrecer. Desde sus espacios vacíos, hasta sus predios abandonados. Vamos a tener que intentar regresarle a nuestra ciudad una densidad de población sana, en base a un desarrollo responsable que ayude a regresar a los habitantes a nuestra ciudad.