En ciertas ocasiones, confundimos la seguridad de las personas con su competitividad, creemos que la confianza en uno mismo es una de las referencia de un buen líder, por consecuente, empezamos a promover sus ideales, incluso si son terribles. El final esperado de todo esto, es que en la actualidad luchamos en contra de algunos líderes de los cuales escuchamos esa confianza en su voz y resulta muy fácil asumir que están presentando un plan de acción bien planeado, cuando no lo es (como referencia a esto, están los presidentes actuales de algunos países).
La realidad es que hay poca correlación entre la confianza y la competitividad. De hecho, a menudo puede ir en sentido contrario; hace más de 20 años, el psicólogo David Dunning y Justin Kruger demostraron que cuando las personas sabían muy poco acerca de un tema o situación, era muy probable que sobre evaluaran sus conocimientos y habilidades. – Cuanto menos sabían, más confiados estaban en su experiencia-.
Por lo que el dicho “fíngelo hasta que lo consigas” no es recomendable cuando tus acciones pueden afectar a terceros; ya que una “ignorancia confiada” puede llevar al desastre.
Para los líderes, un antídoto poderoso es simplemente reconocer que no saben todo.
Cuando te hagan una pregunta a la que desconozcas la respuesta, solo di “no sé” y comprométete a encontrar la respuesta. Cuando piden tu consejo sobre una situación, simplemente puedes decir: “no sé, déjeme pensar más e investigar”. Además de darte la oportunidad de encontrar la respuesta correcta, “no sé” comunica tu propia curiosidad intelectual y tu humildad.
Sí, tienes que estar comprometido a averiguar las respuestas, y sí, probablemente deberás de compartirlas con la gente cuando lo sepas. Recuerda que afirmar con certeza que sabes acerca de algo y dar instrucciones es mucho más perjudicial que admitir que no tienes conocimiento, y tomarte el tiempo para que tú y tu equipo lo averigüen. (Es hacer lo mismo que un maestro cuando los estudiantes le hacen preguntas que desconoce, no da falsas respuestas por miedo a perder la posición de “sabelotodo” sino que admite que desconoce la respuesta pero que se la lleva de tarea).
“No sé”, también sirve como una herramienta de seguridad psicológica para que los miembros de tu equipo no tengan vergüenza de ocultar sus dudas; cuando las personas comparten sus preguntas, todos nos beneficiamos al examinar el tema.
Si deseas una cultura en la que encontrar la respuesta correcta se valore más que fingir la respuesta correcta; si deseas una cultura de competencia real y no solo de ignorancia segura, entonces acostúmbrate a decir “no sé” y alienta a los que te rodean a hacer lo mismo.
Alejandro Juan-Marcos Barocio Licenciado en Creación y Desarrollo de Empresas| Comercio de equipo médico y laboratorio | Babson College Entrepeneur Development Experience |