Uno de los educadores más importantes de la historia, Paulo Freire, escribió “La educación no cambia el mundo, cambia las personas que van a cambiar al mundo”. Educación se define como la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad que pertenecen, es la transmisión de conocimientos a una persona, para que ésta adquiera una determinada información y eso le permita competir profesionalmente. A esto se le llama educación formal, es decir, la que se da en una institución y bajo un programa determinado. Pero veamos el siguiente ejemplo.
Una persona está esperando un lugar en el estacionamiento del centro comercial, está esperando que salga quien está ocupando el lugar que detectó se liberará, pone sus intermitentes y en cuanto se quita el auto que va saliendo, llega otra persona y se mete, así nomás. Trae un carro de lujo, de reciente modelo, con una calcomanía de una escuela muy importante. Por supuesto, la persona que estaba esperando el lugar, se incómoda, se fastidia, pero sobre todo menciona “qué gente tan mal educada, yo estaba esperando lugar” Le reclama, oiga yo estaba esperando ese lugar y la otra persona despotrica, se le suelta la boca y le dice que esto que lo otro, que no le importa. Bueno son formas de mostrar la educación que cada quien tiene, pero sobre todo la formación como personas. La manera en cómo nos llevamos en sociedad, está influida absolutamente por la manera como fuimos formados en casa y educados en la escuela. Me parece importante la frase que dice que si la escuela es una segunda familia, la familia es la primera escuela. La que se recibe en casa, en la calle, por los medios, se llama educación informal.
Todos tuvimos una educación de un tipo o de otro tipo, por lo que la vemos natural, normal. Para nosotros es normal decirle tal cosa a mi familia, gritarles, colgarles el teléfono, llegar sin saludar, no dar las gracias, o exactamente lo contrario, es decir, valorar, poner atención, demostrar emociones, fomentar el diálogo, etc. es por eso que la socialización en una institución educativa con bases sólidas, combinada con el involucramiento de la familia en aportar las condiciones adecuadas para el manejo de las emociones, frecuentemente resulta en personas con actitudes más productivas, que tienden a la mejora personal, familiar, laboral, social y espiritual.
Cuando tengo la oportunidad de dar conferencias en alguna escuela, les comento a los padres y madres la maravillosa oportunidad que tienen de compartir el proceso de crecimiento de sus hijos con la institución, ya que eso les va a ayudar a conocer y fortalecer las herramientas que tienen, tanto para crecer como personas, como para afrontar situaciones de vida que puedan afectar su desarrollo, por eso recuerdo que hay una frase que me gusta mucho y dice que no te preocupes por caerte, ocúpate en levantarte y eso es precisamente lo que puede hacer una persona con una educación y una formación adecuadas. Es fascinante darnos cuenta cómo la educación escolar se refuerza con la educación de vida. Cuestión de actitud.
Humberto Guajardo
Director del Instituto para la Mejora de las Actitudes | Capacitador certificado | Mail mejoratuactitud@gmail.com | Facebook Humberto Guajardo Acuña| Instragram mejoratuactitud