Tres testimonios de regias que vivieron el sismo en la CDMX

Como los medios señalan, el pasado 19 de septiembre, un sismo sacudió la Ciudad de México, mismo día que el sismo ocurrido en 1985.

   Mencionando lo anterior, tres regias que se encontraron en CDMX durante el sismo nos compartieron sus testimonios. Las tres compartieron el mismo sentimiento de gratitud por toda la ayuda que recibieron e invitaron a los regios y a la comunidad en general a unirse a la causa.

Estaba en el gimnasio de mis departamentos, no tenía nada conmigo mas que mi celular y mi botella de agua.

Estaba en la caminadora y entró un guardia de mi departamento gritando que estaba temblando. Salí corriendo, bendito Dios era la planta baja, y no salí por la calle principal pero había una salida a la otra calle. Salí corriendo junto con otras dos personas que estaban en el gimnasio. Corría y sentía como se movía de lado a lado, los vidrios tronando, la puerta del gimnasio se abría y se cerraba sola. Llegué afuera y a lado de mi edificio estaban haciendo una construcción. Esuché que dijeron que había dos caídos del piso 22 de la construcción. Lo que hice fue rodear la calle de mis departamentos para llegar a Av. Santa Fe y no estaban funcionando los celulares.

   Eso fue demasiado frustrante porque no recibía mensajes y no podía hacer llamadas. La gente que me hablaba no se podía comunicar conmigo. Lo que hice fue caminar por mi calle y sentía muy feo el estar sola sin alguien conocido. Después de un buen rato nos dejaron entrar al edificio, nos comentaron que cerráramos el gas y que si volvía a temblar que no bajáramos corriendo, que nos quedáramos en los puntos de emergencia.  Subí a mi departamento y me habló mi mamá. Estaba muy alborotada y asustada y se había caído el sistema de los vuelos.

   Después de eso yo estaba muy nerviosa, estaba sola, no podía comprar vuelos y en eso me empezaron a mandar mensajes que tuviera cuidado con la colonia de Santa Fe ya que estaban asaltando en las calles, se metían a departamentos y se aprovecharon de la situación, eso me asustó más. Finalmente conseguí poder venirme a Monterrey esa misma noche y estaba muy asustada pero muy agradecida al mismo tiempo. Me vine más bien por la tranquilidad de mis papás y por no estar sola allá.

Desde Monterrey he estado ayudando mediando moneypool porque un amigo mío que está estudiando medicina formó un grupo de rescate de puros médicos hacia Morelos y necesitan material de curación y he estado corriendo la voz para recibir apoyo.

Les diría que en México mucha gente está ayudando a sacar a gente de los escombros pero en Morelos y en otros estados necesitados hace falta mucha ayuda.

Estaba en mi oficina al momento del temblor, me tomó unos segundos darme cuenta que estaba temblando porque alguien alado de mi lo empezó a sentir primero y lo gritó a toda la oficina para que todos empezaramos a caminar hacia las escaleras para evacuar el edificio.

Mi reacción fue el levantarme inmediatamente pero cuando me entró el miedo fue una ves que llegué a las escaleras y temblaba tan fuerte que no podía bajar los escalones porque me estaba cayendo.

Desde entonces he tratado de apoyar recolectando dinero de personas en diferentes ciudades y distribuirlo en comprar lo que más se necesite en ese momento. He comprado desde medicamentos, comida para animales, herramientas, pañales, todo lo que he podido.

Fui evacuada de mi casa un día después del sismo y mi medida precautoria fue alejarme de mi casa que es una zona que en estos momentos corre mucho peligro. Después de esto estoy segura que tendré un kit básico siempre a la mano y cerca de la entrada por cualquier emergencia salir lo más rápido posible y tener cosas de primeros auxilios para ayudar, porque me tocó que una persona en mi oficina se descalabró muy fuerte y estaba perdiendo mucha sangre y cualquier cosa para ayudar a su herida hubiera sido bueno tener al momento.

Mi mensaje a los regiomontanos sería decirles lo agradecida que estoy con el apoyo inmenso que he visto por parte de todos. Me impactó ver como conocidos míos pidieron el día en el trabajo para poder ayudar a llenar camiones con todo tipo de cosas que se necesitan no sólo en la CDMX, sino Morelos, Puebla, Oaxaca y todos los estados afectados. Estoy súper orgullosa de ser regiomontana y más que nada de ser mexicana. He estado en los centros de acopio viendo como llenan kits para llevar a los albergues o lugares de derrumbe y en verdad cada granito de arena puesto hace la diferencia.

Estaba en mi casa en mi departamento y acababa de llegar de Monterrey.

Estaba acostada porque me levanté tempranísimo para llegar al aeropuerto y llegar a la Ciudad de México. Se movió tantito y no supe que estaba pasando, y luego vi que se estaba moviendo mucho más. Salí corriendo y en lo que me estaba poniendo los tenis y vi todas las paredes de mi departamento tronar. Lo que más me impresionó fue tratarme de poner los tenis y cuando empezó a tronar todo.

   Agarré mi mochila en donde tenía mis cargadores y laptop y salí corriendo. Se fue la luz de los pasillos y las escaleras y no podía ver bien además de que caía polvo de yeso. Había una señora en frente de mi rezando todos los padres nuestros. Por fin pude salir y dejó de temblar. Nos evacuaron a una explanada de estacionamiento hasta que nos avisaran. Estuvimos ahí como una hora.

Al principio no había mucho que podía hacer poque te decían que no te movieras, que si podías te movieras a pie.  Junto con unos amigos nos fuimos a la explanada y estuvimos un rato sin saber que hacer y luego escuchamos que se había caído un edificio a cinco cuadras. Cada quien subió por documentos importantes a su departamento y mis amigos se fueron al edificio que se cayó.  Yo me quedé con sus pertenencias abajo de mi edificio en donde estaban niños y familias, porque estaban asaltando a gente en la calle. Lo más prudente era estar en un lugar rodeada de gente. En 3 horas seguíamos afuera del edificio.

  El día después del sismo no salimos de nuestras casas, había muchos voluntarios y nos recomendaron ayudar por amazon y mediante  cuentas y no en la calle. Ayer pudimos ir a una bodega que era un sitio de taxis donde estaban descargando colchonetas, colchas, cubetas, aguas, y donaciones de empresas. Estuvimos ahí hasta que terminó nuestro relevo.

Las mismas de siempre, estar preparado siempre para salir corriendo cuando se escuche la alarma sísmica. El día después del sismo nos recomendaron dormirnos con ropa por si teníamos que salir corriendo.

La verdad todo mundo ha sido muy solidario aqui en México y en otras partes. Llegaron personas de Israel, Panamá y Alemania a ayudar al país. Ha habido mucha ayuda y mis respetos con todos. Yo creo que para que se unan a la causa es importante esperarse antes de que donen para que sepan realmente lo que necesitan. El dinero sirve para la gente que se quedó sin casa. Lo que recomendaría es que no tomen decisiones por impulso al momento de donar.