El Colegio SuBiré Business School es una propuesta educativa innovadora. Entendemos la importancia de una formación académica sólida como punto de partida de nuestro modelo.
Los niños y jóvenes que atendemos deben aprender ciencias, matemáticas, español e inglés. Nuestro indicador de cuán bien lo han aprendido es la admisión a las universidades de mayor prestigio, cuyo examen mide habilidades, no contenidos.
Los contenidos no bastan. El mundo en que vivimos nos obliga a formar jóvenes capaces de resolver problemas, de convivir con otros, con la fortaleza emocional para enfrentar situaciones adversas.
El siglo XXI replantea todos los paradigmas en medio de una revolución tecnológica para la que debemos adaptarnos y ser propositivos. Por lo tanto, las herramientas intelectuales, sociales, académicas, axiológicas deben asimilarse desde la etapa de la educación básica.
Nadie que no domine el inglés, por ejemplo, hoy día podrá aspirar a las mejores oportunidades de desarrollo profesional. Lo mismo quien no sepa conformar equipos de trabajo. O quien no sea capaz de innovar.
El proyecto educativo del Colegio SuBiré se sustenta en el desarrollo de habilidades. Generamos experiencias de aprendizaje. Éstas ocurren dentro y fuera de las aulas. Los alumnos aprenden a trabajar de manera colaborativa desarrollando inteligencia emocional.
Las áreas sobre las cuales se sustenta el proyecto son las siguientes:
- Aptitudes para la creatividad.
- Inteligencia emocional.
- Conciencia de la fe.
- Habilidades estéticas.
- Cuidado del medio ambiente.
- Práctica deportiva sistemática.
El desarrollo de la personalidad sólo puede gestarse mediante el estímulo de las distintas áreas formativas que conforman el trabajo en la escuela. Nuestros alumnos asisten a una granja didáctica donde siembran un árbol, auxilian a una vaca durante el parto, recolectan un jitomate para comerlo, entre otras actividades. Sólo así valorarán y respetarán el medio ambiente.
Lo mismo ocurre con las otras áreas formativas. Todos los días practican una disciplina deportiva donde aprenden a ganar y perder, a plantear estrategias, a ser participantes activos de un grupo humano vinculado por la fraternidad. Los esfuerzos de uno benefician a todos.
Bajo un esquema formativo semejante, los alumnos son capaces de generar proyectos como un coche solar, un dron para supervisión disciplinaria o una “subibici” de diez plazas que ahorra gasolina y soluciona problemas viales.
El futuro precisa profesionistas comprometidos con la realidad, compasivos, osados, sensibles a los otros. Es la apuesta de SuBiré.
