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mayo 7, 2024

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ALEJANDRO Y RICARDO RAMÍREZ TAMAYO

Por

Alejandro y Ricardo se extasiaban con esta actividad desde pequeños, fue amor a primera vista. Admiraban a su padre Ricardo Ramírez García, quien con el ejemplo les transmitió esta apasionante vida. Crecieron con la inquietud hasta que la Carrera Panamericana llegó a Guadalajara y tuvieron la oportunidad de intentarlo. Hoy con 27 y 31 años de edad son profesionales en Relaciones Internacionales en la UP, se dedican al ramo inmobiliario y a la par viven la aventura de ser pilotos.
¿Cómo nace su pasión por los automóviles?
A: Empezó desde que nacimos, es algo que viene desde mi papá que era aficionado de pequeño. Su pasión se convirtió también en su vida profesional, siendo dueño de una agencia de automóviles seminuevos.
R: Empezamos metiéndonos en el tema de las carreras poco a poco, primero corrimos algo de rallys locales, después de regularidad y terminamos ya en los de velocidad, como la Carrera Panamericana.
¿Desde cuándo corren la Carrera Panamericana y cómo surge la idea de integrarse?
R: Inició en los años 50 y dura siete días, se corre de Estado a Estado por carreteras libres, cambiando la ruta cada año. Se requiere licencia deportiva para poder participar y asisten mexicanos y extranjeros profesionales. Nosotros iniciamos en el 2012, en el XXV aniversario.
A: La primera vez que vimos esta carrera teníamos tres y siete años, desde ese momento tuvimos ganas de intentarlo algún día. Años después la carrera regresó a Guadalajara, y al tener más edad y mejores oportunidades de hacerlo, decidimos prepararnos, buscar un coche y participar.
¿Qué automóvil conducen y cómo está modificado?
R: Es un BMW de 1970, conocido como 2002 por el tamaño del motor. Es un automóvil que corría desde los años 90 en Estados Unidos, y al traerlo aquí le hicimos modificaciones para que pudiera adaptarse a las pistas de México, tiene un alcance de 250 km/h.
El trabajo en equipo es fundamental, ¿cómo se preparan?
R: El trabajo de piloto y copiloto es básico, realmente estás dejando tu vida en manos de la persona que va a lado. Cuando va a una gran velocidad, el piloto no puede manejar fiándose en lo que ve, sino en lo que el copiloto le dice; las curvas se miden por ángulos y este último es el encargado de dar las instrucciones exactas. Por lo tanto es una gran responsabilidad para los dos, el trabajo en equipo tiene que ser muy bueno.
A: Es una responsabilidad muy grande, no con cualquier persona te atreves a correr, yo solo tengo la confianza de hacer este tipo de carreras con mi papá y mi hermano.
¿En qué consiste la carrera panamericana? ¿Qué la hace especial? 
R: La ruta consiste en empezar desde Puebla, después Ciudad de México, Toluca, Morelia, Guanajuato, Zacatecas y termina con el famoso Espinazo del Diablo en la carretera de Mazatlán. La carrera consta de un poco más de 3,500 kms y son siete días de carrera.
A: Una de las cosas más padres es conocer los caminos de México, los paisajes, las ciudades, alturas, mar y todo tipo de cosas. Además tienes el apoyo total del Gobierno de cada Estado y de la Policía Federal, te va abriendo los caminos y te apoya mucho.
 
Es bien sabido que correrla conlleva muchos riesgos, ¿qué ruta es la más demandante?
R: Hay muchas, todas tienen pedazos peligrosos. En el Espinazo del Diablo te puedes descontrolar muy fácil el coche. También la de Mil Cumbres está llena de curvas seguidas que tienen yacimientos de agua bajando por el cerro, lo cual hace que la carretera se llene de lama y se resbale el coche.
Recientemente ganaron un concurso de #BMWstories, ¿cómo fue esta experiencia?
A: Se trató de un concurso en el que tenías que reflejar tu afición por BMW. Nosotros somos apasionados de la marca tanto a nivel personal como pilotos, ya que el carro que corremos es BMW, por lo que fue muy enriquecedor ser parte del festejo de los 100 años que se llevó a cabo en Alemania.

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