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abril 17, 2024

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El antes y el ahora del sector inmobiliario

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La innovación va por delante de la regulación, siempre ocurren primero los saltos innovadores y luego adaptamos los procesos, hábitos o estrategias a ellos.

Existen 2 tipos de empresas innovadoras: las disruptivas, que generan esos cambios y nos obligan a adaptarnos a ellas, y aquellas que innovan como una respuesta a las exigencias que hacen sus mercados. Para innovar no se requiere inventar, a veces basta con escuchar, leer al mercado y reaccionar a tiempo. Real Estate es un sector que claramente se ha mantenido, al menos en México, reaccionando a las demandas tecnológicas del mercado o incluso operando bajo procedimientos tradicionales que se van distanciando cada vez más de nuevas realidades de consumidores digitales dejando de lado posibilidades que el mundo virtual ofrece para innovar; algunos ejemplos:

Plataformas web que funcionan como una tarjeta de presentación institucional y no como una ventana digital a vivir la experiencia de estar en un espacio a través de imágenes 360 o realidad virtual. Nadie que encuentre en internet la web de su próxima casa quiere saber “quiénes somos” o cuál es “la misión y visión” de la constructora, desea saber qué tan amplios son los espacios y cómo se verán ahí sus fotos. 

Búsquedas de opciones de inversión basados en el stock disponible de un agente o una agencia y no en bases de datos que, con elementos de inteligencia artificial, permitan encontrar opciones de ubicación, presupuesto, uso de suelo o rendimiento más viables. Los modelos basados en la experiencia de personas específicas siguen dando un elemento importante de confianza, pero ante una generación que ha aprendido a confiar en la inteligencia de los datos y sus algoritmos, la agenda de un agente tiene sus días contados. 

Redes Sociales que llenan de mensajes comerciales, ofertas o precios a los usuarios y no generan una comunidad en torno a contenido relevante o se convierten en la primera ventanilla de atención a prospectos a través de estrategias de social selling donde el usuario podría tener su primer contacto con la fuerza de ventas y resolver todas sus dudas en el escenario donde más cómodo se siente: el anonimato. Pedirle a un prospecto digital que para obtener información sobre su próxima casa agende una cita y visite el desarrollo es como pedirle a un adolescente de hoy en día que para hacer amigos tenga que inscribirse a un club en su barrio, algo que no tiene sentido alguno. 

La migración a la innovación puede ser gradual y debe partir de un verdadero proceso de transformación digital de las marcas, pero en todos los casos debe comenzar por aceptar la premisa de que antes de pensar en nuevas ideas, debemos conocer al nuevo cliente. 

¿Cómo estás repensando a tus clientes en un nuevo escenario digital? 

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