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marzo 28, 2024

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Los siete fantásticos del Cervantes

Obtuvieron la medalla de oro en la categoría “Premio Dr. Mae Jemison a la Unidad Internacional”, en el FIRST Global Challenge 2019 en Dubái.

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La historia que a continuación escribo con muchísimo gusto y satisfacción es una que habla de siete fantásticos estudiantes de preparatoria y su mentor. Estos jóvenes han logrado lo que muchos anhelan y pocos consiguen: el éxito. Así, con lo sencilla que es la palabra, nuestros invitados especiales han roto esquemas y han logrado obtener el logro mayúsculo de dejar muy en alto el nombre de su país y de toda La Comarca Lagunera.

Jorge Venegas, Sofía Coté, Miguel Ángel de León, Daniel Núñez, Iván Samaniego, Samir Chamán y Ricardo Salazar son los siete estudiantes del Colegio Cervantes que en octubre de este año viajaron a Dubái, acompañados por su mentor y Head Coach, Max Alejandro Cuevas Elizalde, para participar en el FIRST Global Challenge 2019, una competencia de robótica donde obtuvieron la medalla de oro en la categoría “Premio Dr. Mae Jemison a la Unidad Internacional”.

Esta competencia internacional, en la cual participan 192 países, tiene como objetivo juntar equipos de todas las nacionalidades del orbe para resolver una problemática global utilizando como objeto tangible los robots. El robot es elaborado por ellos, sin embargo detrás de él hay todo un trabajo que conlleva desde la ingeniería hasta la parte de comunicación y relaciones públicas y es por este motivo que cada uno juega una parte esencial en este trabajo.

El equipo se encuentra dividido en tres áreas: diseño y mecánica, sistemas y control, y comunicación y administración. Llevada a cabo en los Emiratos Árabes Unidos, los jóvenes tuvieron la oportunidad de codearse con grandes empresarios, mentores y CEOs de reconocidas empresas alrededor del mundo.

Ellos formaron el Team México, el equipo que representó a la nación tras superar las eliminatorias regionales y nacionales. Uno de los puntos focales del éxito de este equipo mexicano, integrado por laguneros, fue la capacidad de relación con otros países, y es que el concurso te abría la oportunidad de hablar con diferentes equipos de otras nacionalidades, crear alianzas con ellos y hacer equipo para resolver problemas que se presentaban durante la justa.

El folclor y colorido fue otro aspecto vital para que el stand del equipo mexicano se convirtiera en un “must” para los jueces. Vestidos con sombreros y en forma de trajinera, el stand lucía sus mejores galas para recibir a más de un curioso por tierras lejanas. Además llevaron máscaras de luchadores y dieron dulces típicos mexicanos, expresando al cien la cultura de nuestro país.

El robot con el cual ganaron está hecho de piezas de plástico y aluminio, el kit que les envían es idéntico al de los demás países, por lo que todos tienen las mismas oportunidades de ganar. Lo que diferencia al robot es la creatividad y el empeño que pongan cada uno de los integrantes del equipo.

Para elaborarlo es necesario hacer varios prototipos, posteriormente el diseño en 3D y se realiza con programas que se empiezan a estudiar en la universidad pero con ayuda de sus mentores han sido capaces de dominarlo ahora, después revisan medidas, cortes y que estén todas las piezas que deben utilizar y lo arman. El armado tarda aproximadamente una semana, hasta que quede listo para programarlo.

Esta competencia sin duda premia la creatividad y resolución de problemas. Los chicos y su mentor agradecen a sus patrocinadores: Fundación Azteca, Gobierno de Coahuila, Gobierno de Dubái, Colegio Cervantes, Peñoles y Grupo Simsa, empresas y organismos sin los cuales quizá este tipo de logros en nuestro país serían muy difíciles de alcanzar.

Con este ejemplo queda demostrado que el mundo de la robótica en nuestra región crece a pasos agigantados, los jóvenes cada vez se involucran más en este tema y, lo mejor, lo hacen como actividad extracurricular, les apasiona y lo hacen porque además de abrirte puertas en lo profesional, te llena de momentos y experiencias que quedarán por siempre en su memoria.

El equipo de robótica del Cervantes ya tiene en la mira su próximo objetivo: Tokio 2020. Para esto hay que participar de otra forma, armando un robot en cuatro horas, el de mayor puntaje gana. Un reto que toman con responsabilidad y seriedad, a final de cuentas como ellos mismos dicen: “ni vamos a tener vacaciones”. Y que razón que tienen, chicos. Enhorabuena y…¡qué Viva México!

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