Su iniciativa y gusto por competir lo llevó al mundo del golf hace más de seis años, decisión que lo acercó a superarse como persona, viendo una mejoría y evolución que además le han enseñado a controlar sus emociones y motivarlo mediante resultados favorables.
¿Cuál fue el factor inicial que te acercó al golf?
Mi continua práctica de deportes para competir. Veía el golf como una disciplina para gente adulta. No contaba con el reto que fue entrenarme y lograr buen nivel.
¿Qué significa para ti practicar este deporte?
Me gusta mucho porque ayuda significativamente en tu persona, a controlar tus impulsos, saber tomar decisiones y reflejas en el campo como eres en tu vida diaria. Es muy diferente porque en general los deportes son colectivos y este es personal, vas sobre tus propios errores y aciertos. Es razonar, olvidarlo y empezar con lo que sigue.
¿Cómo creas un balance para practicarlo y mantener una vida social/laboral activa?
Siempre he pensado que si no eres dueño de tu tiempo, no eres dueño de nada. Para todo hay un momento, la clave es organizar bien tu día y enfocarte, hacerlo por un mejor desempeño y no tanto solo por el aspecto recreativo.
En cuanto a tu vida diaria, ¿qué oportunidades que te ha brindado el golf?
Personalmente me ayuda a controlar emociones y en lo profesional, porque es un deporte de relaciones, ya que normalmente lo juega gente de negocios y se crea una amistad en lapsos cortos, y además refleja a las personas tal cual son en su vida laboral e individual, permite ir tomando perspectivas acerca de ellas.
Háblanos acerca de tu mayor inspiración.
Me inspira ser una persona competitiva, todo lo que hago trato de realizarlo bien y mejorar.
¿Cuál ha sido la experiencia más significativa que te ha dejado esta práctica?
Jugar con gente de diferentes partes de la república, como Querétaro, San Luis, León, DF, Aguascalientes y San Miguel.
¿Qué consideras que es lo más básico y lo más complicado en el aprendizaje del golf?
Lo más básico es tener mucha paciencia y para mí lo más difícil es la mente, porque es muy complejo mantener el control, y esto es precisamente lo que te ayuda a que te salga bien cada jugada.
Dicen que en el golf lo más importante es la cabeza. ¿Cómo influye el factor mental en el campo?
A nivel competencia influye mucho, porque cada movimiento cuenta, tu mente debe estar fuerte para recuperarte si cometes un error. Esto influye 99.9% en tu jugada.
¿Cómo crees que se logra entrenar la mente para dar un excelente desempeño?
A nivel profesional, con psicólogos; en el caso de los amateurs, a mí me ha servido caminar durante la competencia.
¿Qué piensas cuando tienes un putt de metro y medio?
En la distancia, eso genera la presión, ya que es una sola oportunidad. Para mí hay tres tipos de nerviosismo: para salvar el juego con un buen golpe, el del golpe para finalizar un buen juego y por último, el de ir ganando, que no tiene explicación.
¿De qué manera manejas los momentos de frustración que se van generando?
Me ayuda mucho caminar, porque voy con mi propia energía, en silencio y poco a poco me relajo.
¿Cuáles han sido tus mejores golpes?
En eagle he logrado ocho y es una sensación muy padre. En León jugué con profesionales norteamericanos de PGA en un equipo donde admitían a un amateur, uno de ellos pegó un driver muy bueno y me dijo: “para mejorar mi tiro tienes que hacer un águila” y lo logré, fue increíble hacerlo frente a un profesional de la PGA. En otra ocasión logré un hole-in-one en ronda de práctica.
