Armando de la Peña Giacomán

Desde Torreón, Coahuila, Armando estudió la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana para después probar suerte en otras partes de México. Actualmente dedica su tiempo a la fotografía documental y producción audiovisual con el enfoque publicitario en la Ciudad de México.

La pasión por la foto empezó desde pequeño gracias a mis papás que, a pesar de no dedicarse a la fotografía, me inculcaron un gusto y una pasión por la naturaleza, conocer gente y aprender de cualquier experiencia. El gusto por la foto se fue desarrollando poco a poco cuando entré a la carrera de Comunicación, combinando también mi gusto por la naturaleza en las excursiones con mi papá y la necesidad de transmitirle a los demás lo que estaba observando.

Una buena foto es el resultado de poder observar lo que te rodea, no hay una buena o una mala fotografía, habrá a quien no le guste tu trabajo o tu estilo pero eso no la hace una mala fotografía. En lo personal, creo que para lograr un buena foto, además de los elementos básicos de la fotografía (una correcta exposición por ejemplo), necesitas saber cómo conectarte con la persona que vas a retratar, no solo es llegar a tomar una foto, sino entender lo que para esa persona significa dejarse que le tomes una fotografía. Es crear esa empatía, esa complicidad y entender que sin su colaboración (en mi caso, la mayoría son personas) no sería posible lograr una imagen que transmita sentimientos y genere emociones en el espectador.

La fotografía para mí es una excusa para poder aprender del mundo que nos rodea, la libertad que este trabajo me da para conocer gente con otra forma de pensar y de ver las cosas, es lo que me llevó a dedicarme a los medios audiovisuales.

El poder comunicar las experiencias que he tenido en una foto, poder transmitir lo que tienes enfrente sin palabras, tener que hacerle entender a la gente que ve tu trabajo que existe algo más que solo la foto, lo que  implica; investigación, conectar con la gente, escuchar sus historias y al final de todo eso tienes una imagen.

Lo que más me gusta de mi trabajo es conocer diferentes culturas (y por culturas no me refiero a que te tengas que ir al otro lado del mundo, si no simplemente salirte de tu zona de confort), poder darte cuenta que cada individuo tiene algo que enseñarte y que tú le puedes también enseñar algo. En la fotografía documental nunca acabas de aprender, me gustaría conocer más lugares y más gente, aprender más técnicas y poder compartir lo que sé con los demás.

Como ídolos profesionales tengo a muchos grandes fotógrafos como Richard I’Anson o Sebastião Salgado y en lo personal, admiro a gente que sabe lo que quiere y hace todo lo posible por lograrlo.

Seguir tomando fotos, más viajes, más experiencias. Hay varios proyectos en puerta como la publicación de un libro, varias exposiciones y seguir haciendo comerciales.

En un viaje que hice a Oaxaca como parte de un proyecto piloto para una serie documental, visitamos la casa de  don José, un escultor muy reconocido de la región, que aparte de ser un gran trabajador del barro, era invidente; llegamos a su casa que estaba repleta de esculturas hechas por él y sus hijos. Doña Margarita, su esposa, nos atendió de una manera increíble, nos recibió con el desayuno listo y no nos dejó empezar nuestro trabajo hasta haber terminado. Durante la entrevista que le hicimos a don José en su estudio, sus palabras conmovieron a todo el equipo hasta las lágrimas, no podíamos entender cómo una persona que había perdido la vista pudiera ver el mundo de la manera en que él lo hacía. Acabamos la entrevista y nos invitaron a la fiesta del pueblo, había feria y un monta de toros en el lienzo. En todo momento fuimos acompañados por doña Margarita y su hijo José, nos presentaban con sus conocidos como amigos de la familia y todos nos trataban con gran cariño. Llegando al rodeo, nos separamos para seguir con la grabación del programa y yo me acerqué a la reja de seguridad para tener una mejor vista de los toros. Cuando ya tenía un espacio con amplia vista, un señor me dijo que no podía estar ahí, que respetara a los que habían llegado antes para tener lugar, cuando le expliqué que solo quería tomar unas fotos, me dijo que le hubiera dicho eso antes y le pidió al que estaba sentado al lado que me diera su lugar. Después de varios toros, la productora se me acercó y me preguntó que si todo estaba bien y yo muy inocentemente le dije que sí pero no me podía ir, por lo que ella entendió que mis acompañantes no me dejaban irme. Reunió a todo el equipo y todos llegaron a mi rescate; cuando ya les expliqué que no me podía mover de ahí porque tenía un muy buen ángulo para tomar fotos, las cosas se relajaron un poco y nos trataron como si fuéramos locales. Ya para el final del evento, el sonido local nos mandaba saludos y la primera dama del pueblo nos invito al área VIP para que conviviéramos con ellos y pudiéramos disfrutar como se debía del show.

Consejo de un fotógrafo:
Hay que entender que no es una profesión fácil, es mucho sacrificio y mucha constancia. Las cosas no siempre salen como las tienes planeadas, no hay que desesperarse. Investiguen, sigan a fotógrafos en sus redes sociales, lean artículos relacionados a sus proyectos, aprendan técnicas nuevas e inténtenlas, todo es cuestión de práctica. Y por último, las fotografías son tomadas por ustedes y para ustedes, no dejen de tomar fotos a pesar de todos y de todo.

Insta: armandodlp