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marzo 28, 2024

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Alejandro Gurza Obregón

Por

Alejandro Gurza Obregón prioriza ante todo los valores y la creencia en Dios, no duda en comentarnos que el legado más importante que le quiere dejar a sus nietos es el respeto a sus padres y al prójimo. Con 57 años de matrimonio recién cumplidos, “Canito”, como le llaman sus amigos, disfruta del cariño de sus 10 nietos con quienes disfruta platicar diariamente y enamora con sus excepcionales anécdotas personales. Uno de los momentos que marcaron la vida de Alejandro es la visita que realizó al Papa Juan Pablo II a quien describe como un hombre excepcional.

1. ¿Cómo se describe a sí mismo en su faceta de abuelo?
Como una persona muy creyente en Dios y en la religión católica, no creo que estemos aquí por casualidad, venimos de un ser superior que hizo todo y que es eterno e infinito. Me siento feliz porque mis nietos e hijas han visto que la unión familiar proviene de los abuelos; hace poco cumplimos 57 años de casados y tengo que admitir que si como padre me siento feliz, como abuelo soy más, porque además de la felicidad de mis hijas tengo la felicidad de mis nietos.

2. ¿Qué es lo que más disfruta de esta etapa?
El cariño de mis nietos y el respeto de ellos hacia sus padres y hermanos. Me alegra la unión familiar, sobre todo cuando tenemos reuniones familiares y nos reunimos nietos, hijas y maridos..

3. ¿Cuál es la diferencia entre la educación que le brindó a sus hijas y la que ahora ofrece a sus nietos?
Realmente es la misma, lo veo como una continuación de la que nosotros le dimos a ellas, con valores primordiales como la creencia y el amor a Dios, el respeto a sus padres, abuelos y al prójimo. Eso es para mí lo más importante.

4. ¿Qué consejo le da a sus hijas para ser buenas madres?
Que amen mucho a sus maridos e hijos, que sigan respetando y queriendo a sus padres y que eduquen con el ejemplo y las palabras. Tenemos que hablar con la juventud y orientarla para que consigan los valores morales tan necesarios hoy en día. Es gravísimo ver la ausencia de valores en todas partes, y si nosotros los abuelos que somos el tronco de la familia no nos preocupamos por sembrarlos, el mundo tendrá cada vez mayores problemas. Cuando hay una ausencia de Dios, todo se descompone y la persona se arruina, es muy importante pujar por un mundo diferente.

5. Cuéntenos alguna anécdota con ellos.
Cuando mis nietos eran chiquitos me cantaban esta canción: “Los abuelitos son los papás de mis papitos, nos quieren mucho pero nos consienten más”. Gracias a Dios tenemos una unión muy grande ya que seguimos viéndonos con frecuencia y hablando todos los días.

6. ¿Cuál es el principal consejo o enseñanza que le gustaría trasmitirle a sus nietos?
Para que ellos me escuchen primero tengo que ganarme su amor y respeto, y eso no se consigue de otra forma más que queriéndolos, consintiéndolos, y educándolos como lo hicimos con nuestras hijas. Ellos acudirán a ti y necesitas estar leído y preparado para la ocasión. Es importante que amen a Dios, a sus padres, abuelos y al prójimo. Busco que construyan un México diferente.

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