Es muy claro para quienes hemos vivido toda nuestra vida en San Pedro, Monterrey o cualquier otro municipio de la zona metropolitana que nuestro entorno ha cambiado radicalmente de 40 años para acá, sobre todo en las últimas dos décadas. La capital de Nuevo León y su área metropolitana ha evolucionado a ser una de las ciudades más importantes no solamente de México, sino de América Latina.
Hay muchos empresarios y emprendedores que han tenido todo que ver con el cambio de rostro de esta ciudad. Uno de los principales, sin lugar a dudas, es el visionario detrás de Internacional de Inversiones (IDEI), Alberto de la Garza Evia. Este regio proviene de una familia con una tradición de amor a Nuevo León: su bisabuelo, Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, es una de las grandes figuras políticas en la historia del estado.
“Una actitud tenaz y perseverante es fundamental; también el aprender de los errores. La única manera de triunfar en la vida es aprendiendo de nuestros propios errores. Tengo una ambición ordenada. Me gustan los retos, trazarme metas cada vez más altas. Veo en cada proyecto el inicio de una aventura, de una oportunidad para crecer. Para lograr el éxito es fundamental tener aspiraciones, soñar tus proyectos y luchar tenazmente para hacerlos realidad. La actitud y filosofía más importante que he tratado de cumplir cabalmente es dividir mi tiempo, en una tercera parte para mi familia, una tercera parte para el trabajo y una tercera parte para mi comunidad, mis amigos y mi persona. En Internacional de Inversiones mantenemos una actitud de mejora continua y de trabajo en equipo para cumplir con nuestra visión que es crear proyectos inmobiliarios únicos y vanguardistas que mejoren la calidad de vida de las personas”.
De la Garza Evia, de 69 años, es egresado del Tec de Monterrey, en donde estudió la licenciatura en Administración de empresas, es el mayor de cinco hermanos y hace 44 años fundó Internacional de Inversiones, junto a otros socios. IDEI es uno de sus más grandes logros en el terreno profesional, pues con esta empresa ha empujado el crecimiento inmobiliario en el estado. Otra de sus pasiones, por supuesto, es la filantropía; sobre todo si se trata de ver por la educación de quienes más lo necesitan.
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¿Cómo inició con la empresa Internacional de Inversiones?
A mediados del año 1973, trabajando como Gerente del departamento de Captación de inversiones en Financiera de Nuevo León, S.A., me llamó José Luis Barragán Villarreal para invitarme a formar una casa de bolsa.
¿Cuáles fueron los primeros pasos para iniciarla?
Nos juntamos cinco personas, reunimos entre todos el capital necesario de un millón de pesos y formamos la empresa Internacional de Inversiones.
¿Qué retos implicó convertirla en realidad?
Mucho trabajo, sacrificio y perseverancia, pues el mercado de casas de bolsa estaba muy incipiente. En ese momento había solamente cinco en todo el país, con pocos recursos cada una; y la Comisión Bancaria y de Seguros, preocupada de que no había una ley y reglamentación para las casas de bolsa, nos solicitó detener operaciones por un año para estudiar y legislar sobre su operación y control. Llevábamos operando dos y medio años con mucho éxito y fue en ese momento cuando aprovechamos esa pausa para impulsar nuestra división inmobiliaria, la cual seguimos como única actividad de la empresa hasta la fecha.
¿El área inmobiliaria fue siempre una pasión suya?
El área inmobiliaria y el área financiera siempre han sido mis únicas pasiones en mi actividad profesional, lo cual me ha ayudado mucho pues la parte financiera de los proyectos inmobiliarios es muy importante para su éxito o fracaso.
¿Cuál es su visión como empresario?
Yo considero que el ser empresario es la profesión y la actividad más noble e importante en una sociedad, en un país. Un empresario arriesga su capital e invierte su tiempo, crea fuentes de trabajo ofreciendo la oportunidad a las personas, de aprender, de capacitarse, de crecer y de obtener las metas y satisfacciones que cada uno se fije. Un buen empresario innova creando productos para mejorar la vida de las personas, obtiene utilidades que generan riqueza que es lo que determina que un país crezca y se desarrolle elevando la calidad de vida de sus habitantes. De igual manera los empresarios contribuyen con sus impuestos a que los gobiernos federal, estatal y municipal, tengan los recursos para operar, construir la infraestructura del país y ayudar en la asistencia social de los más necesitados.
Sus proyectos para IDEI más próximos, ¿en qué estatus se encuentran actualmente?
De acuerdo a lo programado. Tres proyectos en los que estoy trabajando son: primero, terminar el proceso de institucionalizar mi empresa con el mejor talento y un gran equipo de trabajo, que mantenga siempre el liderazgo en los mercados que operamos, así como la mejora continua con un crecimiento ordenado. Segundo, asegurarme de que la Fundación IDEI Pro Educación e Impartición de Justicia ABP cumpla con su objetivo para ayudar en las necesidades apremiantes de nuestro estado de Nuevo León. Tercero, terminar, en el transcurso de tres años, el proceso para mi retiro de la operación de la empresa y quedar solamente como Presidente del Consejo de Administración.
Proviene de una familia con mucha historia en Nuevo León, ¿cómo se siente al respecto?
Me siento muy orgulloso de pertenecer a una familia que fue de los fundadores de nuestra ciudad de Monterrey y del estado de Nuevo León, y que participó activamente en la formación de las leyes y de sus instituciones. Al mismo tiempo, estoy consciente de la gran responsabilidad que tengo de seguir participando y colaborando en el desarrollo de este gran estado y de nuestro país, la cual acepté hace muchos años con agrado y entusiasmo.
Su bisabuelo, el Sr. Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, es un referente en el estado, ¿cómo fue el proceso para la creación del libro en su honor?
La historia del noroeste de nuestro país del siglo XIX es fascinante, pues fue precisamente cuando se formó nuestro estado de Nuevo León en medio de una turbulencia política y económica del país. Mi tatarabuelo Nicolás José de la Garza y Guerra fue alcalde y gobernador y su hijo, mi bisabuelo Juan Nepomuceno de la Garza y Evia fue cinco veces gobernador y ocupó muchos puestos públicos importantes durante su vida. Por ser un hombre de leyes, íntegro, honesto y haber servido siempre a su estado y a su país, y ayudado toda su vida a las clases más desamparadas lo nombraron Benemérito del estado de Nuevo León. Hace varios años empecé con la idea de hacer un libro para dejar un documento que sirviera a historiadores y a todas las personas interesadas en la historia de nuestro estado del siglo XIX y no fue hasta el último trimestre del 2014, que empecé con ese proyecto invitando a los cinco historiadores más importantes de nuestro estado y a uno más de la Ciudad de México. El libro se terminó a principios de este año 2017 y afortunadamente ha sido un éxito.
Siempre ha apoyado la educación, ¿le parece que esta es la clave para el desarrollo de un país?
Sin duda el crecimiento y el nivel de vida de un país está íntimamente ligado con el grado de educación de sus habitantes. Es por eso por lo que tenemos malos gobiernos, un grado de corrupción de los más altos del mundo y un nivel muy bajo de productividad. En IDEI tenemos como prioridad ayudar a la educación de nuestro estado. Actualmente participando en tres escuelas primarias públicas, con cerca de 2 mil alumnos y tenemos como objetivo aumentar nuestra ayuda conforme vaya creciendo la empresa en utilidades.
Como empresario y persona, ¿qué habilidad o conocimiento le parece que se debe tener para ser exitoso?
Son muchos los conocimientos y habilidades que debe de reunir un empresario para ser exitoso en todo el sentido de la palabra. Yo creo que lo más importante es que sea una persona ética, con metas claras, conocimiento fuerte de la materia, audaz y perseverante.
¿Cómo ve el problema de vialidad y movilidad que existe en Nuevo León desde su perspectiva de empresario inmobiliario?
La vialidad se irá empeorando y de la movilidad si las autoridades se ponen las pilas y hacen alianza con los empresarios, yo creo que se puede resolver, todavía estamos en buen tiempo para resolver. Nos súper interesa más a nosotros los empresarios el diálogo con autoridades, más que a los mismos ciudadanos, porque si logramos resolver el tema de la movilidad, resolvemos todo.
¿Cómo es el desarrollador actual vs el desarrollador de hace 40 años?
El nuevo empresario después de todo el aprendizaje que ha obtenido de otras generaciones ha capitalizado la creatividad para hacer las cosas más rápido. Cada vez tenemos más información para poder hacer mejores desarrollos y al mismo tiempo los clientes son más exigentes por todo esto de la información. La industria ha tenido una transformación para bien, había muy poco en administración de obra, en la creatividad de los desarrolladores y poco a poco hemos ido avanzando. Ahorita puedo decir que estamos en la vanguardia como los lugares más avanzados en desarrollo en el mundo.
Por último, ¿cuál es su próxima meta por cumplir?
Aparte de lo que ya mencioné anteriormente, mi meta que tengo siempre presente es disfrutar y gozar a mi familia, a mis amigos, ayudar en lo que pueda a mi comunidad y disfrutar esta vida maravillosa.
