En el marco del Día del Niño 2025, surge una gran oportunidad para reflexionar sobre el tipo de enseñanzas que queremos dejar a las nuevas generaciones. Más allá de los regalos o festejos, este mes invita a sembrar hábitos que realmente transformen su vida a largo plazo. Uno de ellos, sin duda, es el ahorro.
En un entorno donde la economía exige cada vez más preparación y visión, enseñar a los niños a manejar el dinero desde casa puede ser una poderosa herramienta formativa. Pero el verdadero cambio no comienza con una alcancía: empieza con el ejemplo.
Día del Niño 2025: El ahorro se aprende observando
Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice. Así lo sostuvo Albert Bandura, pionero de la teoría del aprendizaje social. Y es que ver a los adultos tomar decisiones conscientes (planear sus gastos, organizar sus finanzas o establecer metas) tiene un impacto mucho mayor que cualquier lección teórica.
Este principio cobra especial relevancia en el hogar, donde el manejo del dinero suele mantenerse en privado. Visibilizar prácticas financieras sanas —como presupuestar, separar un fondo de ahorro o hablar de metas— puede convertirse en una herramienta educativa con efectos duraderos para los y las niñas.
Enseñar desde el orden y la previsión
Además del ahorro, el orden y la previsión también son valores fundamentales para el bienestar financiero y emocional. Diversos estudios han demostrado que vivir en entornos organizados reduce la ansiedad, mejora la toma de decisiones y fomenta una mayor sensación de control.
En ese sentido, contar con herramientas que faciliten una vida ordenada también tiene efectos pedagógicos. Mi Legado, por ejemplo, es una iniciativa mexicana que promueve la organización de la información personal y patrimonial como parte de una cultura de previsión. Al hacerlo visible en casa, estas acciones se convierten en actos de enseñanza silenciosa, pero profundamente formativa.
Pequeños pasos para enseñar a los niños a ahorrar desde hoy
Iniciar la conversación sobre el dinero en casa no tiene por qué ser complejo. Aquí algunos pasos prácticos para comenzar:
- Dar un ejemplo visible: mostrar cómo se organiza un presupuesto mensual.
- Establecer metas familiares: ahorrar juntos para una salida o compra importante.
- Usar alcancías o apps sencillas: elegir métodos que hagan tangible el proceso.
- Involucrar en pequeñas decisiones: dejar que elijan cómo gastar parte de su dinero.
- Hablar sobre el futuro: enseñar que el ahorro también es una forma de cuidarse.
Más allá del Día del Niño: sembrar un legado desde hoy
Enseñar a ahorrar es más que hablar de dinero: es enseñar a tomar decisiones, a tener control sobre la propia vida y a construir un futuro con seguridad. El legado que dejamos no empieza cuando nos vamos, sino cuando decidimos vivir con orden, propósito y claridad.
Este Día del Niño, sembrar un hábito puede ser el mejor regalo.