La concepción de los vinos naturales conlleva un proceso de intervención mínima que da como resultado uno de los sabores más espectaculares y emblemáticos dentro de la vitivinicultura, con matices y sensaciones que resumen el respeto a la naturaleza.
Desde 1902, Bodega y Viñedos Catena Zapata ha construido la visión de producir vinos deliciosos e inolvidables, fieles al lugar del que provienen. Han sido ellos quienes han ubicado el vino argentino en el mapa, destacando por ser pioneros en la resurrección del Malbec y en el descubrimiento de tierras de alturas extremas, ideales para una cosecha sin igual en Mendoza, Argentina.
En sus inicios, gran parte de su producción la enfocaban en el vino natural, pero para los años 70 vivieron una serie de modificaciones que los alejaron por algunos años de estos procesos. Hoy, retoman el concepto con la firme idea de poner el paisaje, en todos los sentidos, dentro de una botella.
Así resume esta labor el Director de Enología de Bodega y Viñedos Catena Zapata, Alejandro Vigil, quien desde el 2002 comenzó a trabajar para esta bodega contribuyendo a que los vinos obtengan puntajes superiores a 95+ en diferentes publicaciones de alto renombre. Gracias a su naturaleza incansable y su energía creativa, ahora toma en sus manos el desafío de la viticultura y la enología tradicionales.
“Queremos poner en una botella no solo nuestros ríos, montañas y paisajes, sino también a las personas, trabajar en función del concepto de vinos naturales y llevar para allá nuestras líneas de trabajo. Ese sería el verdadero reto: explorar, trabajar, entender y reentender el cambio cultural que estamos viviendo y la forma de ver los vinos y los paisajes”.
Así nace La Marchigiana, un proyecto de vinos naturales con un Chardonnay y un Bonarda elaborados de manera tradicional sin adición de sulfitos, que da como resultado una bebida expresiva y delicada, proyectando un toque novedoso y original.
“La Marchigiana es una marca muy antigua de Bodega y Viñedos Catena Zapata, ya existía, eran los vinos que en los 60 salían en botella de litro con taparosca. Quisimos retomarla y convertirla en la bandera de nuestros vinos naturales”.
De sabor limpio y textura brillante, este nuevo surgimiento destaca en sabores gracias a la ubicación donde fue elaborado. El estar sumamente cercanos a la Cordillera de los Andes les da la oportunidad de sembrar en temperaturas bajo cero. Los vinos son expuestos entonces a temperaturas muy frías, trabajándolas en ánforas españolas y del norte de Argentina, lo que se traduce en la limpieza natural de los aromas y sabores.
Esta evolución en el sabor ahora puede ser experimentada por los consumidores mexicanos, gracias a que Vinoteca ha realizado el lanzamiento de La Marchigiana, en sus presentaciones Chardonnay y Bonarda. Ya están disponibles en tienda y cualquiera de las dos botellas pueden ser adquiridas por un costo de $649 pesos. Visita su página web para más información.
