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abril 25, 2024

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Ellen Bennett

¡No importa de donde vienes, tú puedes!

Por

Tuvimos la oportunidad de conversar con la fundadora de Hedley and Bennet, Ellen Bennett, la emprendedora que con tan solo 30 años de edad, creó una alternativa para lograr que la industria de la gastronomía se sintiera bien y que dignificara su trabajo al utilizar delantales compuestos por telas de la mejor calidad y con los diseños más innovadores y cómodos para todos sus clientes.

   Proveniente de una familia sencilla, Ellen estudió administración de restaurantes en el centro de estudios superiores de San Ángel en el DF, carrera que escogió después de hacer un acuerdo con su padre al decirle que después de estudiar esa carrera podría aprender a cocinar profesionalmente en un restaurante.  La promesa se convirtió en realidad cuando Ellen aprendió a cocinar en Providence, el mejor changarro de Los Ángeles.
“Yo observaba y aprendía como esponja, y así es como aprendí a cocinar al tirón”, compartió Ellen, quien afirma que aunque tiene doble nacionalidad, es una persona demasiado mexicana.
¿En qué año inició el proyecto?
En el 2012 me metí a trabajar en este restaurante, al no saber cocinar algo. Había trabajado como chef personal en una casa pero nunca profesionalmente. Llegué a esta cocina y me metí por la puerta de atrás para pedirle trabajo al chef. Le dije, “amo tu restaurante, es increíble, quiero trabajar contigo porque eres el mejor, hasta le dije, “I’m mexican and I have the work ethic to prove it”. El chef me dijo que si quería tratar el fin de semana, fui  y no me contrataron. En ese momento yo me dije a mi misma que iba a seguir yendo gratis, y a la semana me contrataron.
   Fue uno de esos momentos en la vida en los que te puedes ir o decir aquí me quedo, y ahí es donde empecé. Trabajé ahí casi dos años y en esa trayectoria fue cuando empecé Hedley and Benett mientras trabajaba en la cocina. Yo estaba haciendo la comida más hermosa en Los Ángeles, y sentí una desconexión entre cómo se sentían los empleados y cómo se veían. Dije, “Qué raro que estamos haciendo la cocina más hermosa pero nos sentimos mal y nos vemos mal.” Los uniformes estaban espantosos y las bolsas se caían, algo que nadie había cambiado en mucho tiempo. Fue en ese momento cuando yo sabía que tenía que cambiar la industria.
¿Cuáles fueron los primeros pasos para iniciarlo?
Decidí que lo iba a hacer. El primer paso fue tomar la decisión, y a las dos semanas mi chef me dijo que había una persona que les iba a hacer delantales. Yo le contesté diciendo que tenía una empresa y que lo iba  a hacer aunque no tenía algo planeado. Dije que lo iba a hacer y lo podía hacer y lo convencí, tuve mi primera orden de 40 delantales y así empezó la empresa.
   Me entregó un anticipo y con el anticipo pude pagar la primera orden. Para poder empezar utilicé de base que trabajaba en la mejor cocina de Los Ángeles e intercambiaba cocinar gratis por diseños de diferentes patrones de delantales. Yo siento que eso lo saqué de mi lado mexicano, los mexicanos no nos damos por vencidos. La creatividad, ingenuidad y locuras fueron todas mexicanas.
   Yo sabía que no importaba la tipografía o mi  tarjeta de presentación sino conseguir órdenes para crecer la compañía. Fui a muchos tianguis a ofrecer mis delantales a todos los chefs, tomaba notas y recibía retroalimentaciones absorbiéndolas como esponja. Conseguimos a chefs muy reconocidos de Los Ángeles para que usaran el producto y lo compraran. No tenía el suficiente dinero para regalarlo, tenían que comprarlo. Ellos quedaron muy sorprendidos por la calidad de las telas y el diseño de los delantales y lo empezaron a usar.
¿Qué retos implicó convertirlo en realidad?
Fue mucho de ser mi propia porrista por año y medio. Todo mundo me decía “qué linda con tus delantales.” Yo sabía en mi alma que esto era algo que iba a dar. Después de que entregué esa primera orden se me prendió un foco y dije, “De aquí soy”. Me encantó poder saber lo que el chef necesitaba, yo era de la cocina y realmente entendía lo que estaba mal.
   Estaba en un lugar en cual quería arreglar algo que estaba mal y cambiar algo que no existía. Ese fue un reto muy grande, convencer a la gente que esto era algo que tenían que cambiar. Tienes que cambiar y educar una cultura una y otra vez, y es mucho más difícil de los mercados que ya existen. Ese fue el reto del principio y hay muchos más.
¿Quién representó el mayor apoyo o impulso para seguir adelante?
Definitivamete los chefs, se fue corriendo la voz. Un chef le contaba a otro chef y me iban dando retroalimentación en el camino, en el cual íbamos aprendiendo y ajustando. Tomó muchas pruebas, cada vez que entregábamos una orden nueva aprendíamos algo nuevo. Diariamente estábamos mejorando la compañía hasta que nos convertimos en el mejor producto por la constancia en ajustes que estábamos haciendo y a la vez no parando de tocar puertas.
“Cuando estás creando algo es como parir un hijo, duele. Estás sudando, estás llorando, cuesta. Es como empujar una piedra en una montaña porque nadie te está ayudando y tú lo estás haciendo solita.”
¿Cuándo iniciaron en México?
Hace como dos años ya llevaba más o menos 3 años con Hedley and Benett en Estados Unidos. Mi cultura es mexicana, mis chefs son mexicanos, tengo un puerquito en mi casa que se llama Oliver y un mini rancho en mi casa, tengo 5 gallinas. Tomando esto en cuenta, siempre estoy incorporando mi cultura mexicana a mi vida americana.
   Hace dos años conseguí la fábrica donde hacemos todo, momento en el cual decidí irme a México también. Yo sabía que quería apoyar a la economía mexicana también. Empezamos a hacer todos los trámites y como había vivido en México y soy ciudadana, ya tenía todo. Empezamos poco a poco de chef en chef.
¿Dónde se puede encontrar tu producto?
Online en www.hedleyandbennet.com y también tenemos una página web mexicana:www.hedleyandbennett.mx. Si vienes a Los Ángeles puedes ver nuestra fábrica en un show room. También distribuimos nuestros productos en cadenas muy grandes enfocadas en comida como Whole Foods. Todos los shows de comida que salen en la tele en food network utilizan nuestro delantal y lo puedes reconocer por el cuadrito chiquito que está en todos nuestros delantales.
¿En qué estatus se encuentra actualmente el proyecto, de acuerdo a las expectativas que han puesto en él a futuro?
Como buena emprendedora nunca dices ya llegué arriba. Diario me pregunto que más vamos a hacer, cómo más vamos a crecer, y  la idea de estar en todos lo restaurantes de México me emociona mucho. En la etapa que viví en el DF encontré realmente quien era yo. Le debo mucho a México en ese sentido.
¿Qué significa México para Hedley and Benett ahorita que está de moda toda la parte gastronómica, de restaurantes y de chefs?
Cuando entré al mercado de Estados Unidos era el mismo momento que tienen actualmente en México pero hace 5 años. Era lo mismo, los chefs se estaban haciendo más famosos y se estaban convirtiendo en celebridades. Allá nos convertimos en los diseñadores de los chefs, y en México es lo mismo que quiero hacer. Me pega mucho más en el corazón que es en México por mi amor a México.
   Siempre cuando doy platicas en Estados Unidos hablo de mis raíces mexicanas, y doy gracias a eso, porque tenemos otra mentalidad, no todo se nos ha dado y tenemos que luchar. ¿Cuándo ves a un mexicano pidiendo limosna en Estados Unidos?, nunca, lo ves en Home Depot pidiendo trabajo.
   Eso es algo que quiero resaltar, que se den cuenta de lo que tenemos, que lo tenemos 10 veces más que todos los demás. Tenemos el potencial, es mas bien de decidir que tenemos el potencial y las ganas de salir adelante. A veces como mexicanas somos sumisas, pero podemos usar esa fuerza que nos dieron nuestros papás combinada con la mentalidad de que somos mujeres que podemos salir adelante.
¿Cuál es la meta máxima que aspiran alcanzar con este proyecto?
Siento que la misión de Hedley en Benett no es vender delantales, es vender confianza y sentir que tu eres alguien en la cocina y afuera da la cocina. No importa de donde vengas y quien eres, tu puedes salir adelante. Esta ropa te va ayudar a ser eso y sentirte con esa dignidad de que tu puedes salir adelante.
   Tengo cocineros en Estados Unidos que ganan 10 dólares por hora que me dicen que el día que compraron Hedley and Benett se sintieron mejor e hicieron un mejor trabajo. Es algo tan especial que me digan eso, es mucho más del delantal y el dinero, mas bien, lo importante es toda la gente a la que le podemos instilar esa idea de que pueden salir adelante.
  La fábrica está gigante, la mitad es una maquiladora y la mitad es un área de comunidad. Ahí construimos una cocina, tenemos un coffee bar, tenemos un tobogán, columpios, un zip line y es un área muy especial que la usamos para hacer eventos, comidas. Estamos creando una tropa de gente que cree en salir adelante y les estamos haciendo una plataforma en donde pueden hacer muchas cosas.

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